Un Encuentro Muy Explosivo [Lily P. / Soteria S.]

" - ¡Bruja! ¡Bruja! ¡Eres bruja! ¡Bruja! ¡Bruja! ¡Lyra es bruja!

- ¡Compórtate como una señorita, Lyra!

- ¡Bruja! ¡Bruja! ¡Eres bruja!

- ¡Eres un desastre para la humanidad!

- ¡Bruja! ¡Bruja!

- ¡Nunca debí darte un lugar aquí! ¡Eres un asco!

- ¡Bruja!"

Abrí los ojos tan rápido como se me permitió, casi se salían de órbitas. Maldita pesadilla, pensé. Miré el reloj que se encontraba en mi mesa de noche. Era muy temprano, o muy tarde, el sol ya se estaba poniendo. Nunca en mi vida había dormido una siesta; sin embargo, no me acordaba de cómo llegué allí. Me senté mientras respiraba hondo y me concentraba en mi derredor. Todo estaba calmo, no había nadie por allí. Seguramente estarían en la biblioteca para estudiar o finalizar los deberes para el día siguiente, Lunes. Por lo menos yo había terminado a tiempo.
Me levanté como pude de mi cama. Me dolía todo el cuerpo y aún sentía la transpiración corriendo por mi frente. Me limpié las gotas con el dorso de la mano. Quizás había gritado mucho ya que sentía una punzada en la garganta. Yo no era de tener pesadillas, pero está era lo peor. Todavía tenía los vaqueros y la blusa del mediodía; a pesar de que era Domingo, no había salido en todo el día. Me encaminé hasta el baño para lavarme la cara y arreglar mi desastroso peinado. Me sorprendí al ver que no estaba tan desarreglado, por lo que sólo dejé que el agua me recorriera todo el rostro.
Salí a paso rápido de la Sala Común. No quería cruzarme con alguien deseado, claro que él tampoco ya que terminaría hecho polvo. Ni una sola alma por allí. Por lo menos tenía aquella ventaja, deseaba estar sola hace mucho tiempo, sin Albus o Scorpius. Caminé por los desiertos pasillos, en busca de un aula vacía. Aunque, cuando vi por fin una puerta entreabierta, no entré sin razón alguna. Continué subiendo o bajando por las escaleras. Un silencio sepulcral reinaba en todo Hogwarts. Las personas de los cuadros estaba durmiendo y ningún alumno se veía por allí.
Llegué hasta la Segunda Planta. Estaba más desierta de lo que me imaginaba. Mis pasos hacían ecos a través de las paredes. Escuchaba mi respiración con claridad. Me adentré a los pasillos que menos se me daba. Por fin había finalizado mi paseo. El Baño de Myrtle La Llorona. Me encaminé hasta el lavabo de siempre, el que tenía una serpiente marcada en la manija. Ese era mi favorito. Sabía a la perfección la historia de Myrtle y aquel baño. Mi famoso padre la había matado al exponer el Basilisco. Sonreí. Hubiese sido emocionante ver esa escena.
Escuché unos pasos detrás de mi. No vi nada en el reflejo del espejo ya que estaba muy sucio. Como un reflejo, saqué rápidamente mi varita del bolsillo derecho de mi pantalón y me volteé, apuntando con el ceño fruncido a aquel me perturbó. Una sonrisa maligna cruzó por mi rostro. ¿Qué mejor asesinato que en el Baño de Myrtle La Llorona?

- Potter – mascullé entre dientes - ¿Qué demonios haces aquí?

- Entonces...Potter? estás con nosotros sí o no?- mencionó el rubio recostado contra la pared

-Si Lily..te necesito en esto...-lo apoyo Albus, quien utilizaba el cariño que ella le tenía como chantaje para que cediera.

-Está bien...pero promete que no sucederá nada con James...PROMETELO!- le exigió. Scorpius bufó con enojo; Albus desvió la mirada y con un suspiro le contestó:- Si...te lo prometo..así como debes prometer no decir nada...- Ella asintió.

Era lo mismo todas las noches, el recuerdo de aquella conversación que la atormentaba; él se lo había prometido, debía creerle, debía hacerlo se suponía que Albus era incapaz de engañarla, pero algo muy dentro de ella le decía a gritos que retrocediera que se diera cuenta de lo que podría llegar a pasar si continuaba con lo que se le fue encomendado. Era dificil tener que elegir entre sus hermanos; a ambos los amaba con todo su corazón aunque desde que James ingreso a Hogwarts había pasado más tiempo con Albus quien se volvió en su mejor amigo.

Sus padres...no tenían ni idea aún de lo que sucedía, y era muy dificil ocultarselo a su madre Ginny a quien siempre le tuvo mucha confianza, sentía la traicionaba un poco, se imaginaba perfectamente cual sería la reacción de ella si se enterara de la enemistad que existía entre sus hijos, se sentiría completamente decepcionada, y en especial de ella, por apoyar algo así y no haberle dicho.

Constantemente Lily tenía esos pesos de conciencia, lo que no la dejaba tranquila; lo único que la ayudaba a sonreír por unos momentos era los ratos que pasaba con las sugus, y con sus hermanos- ahora por separado-era cierto que sus sentimientos por el rubio eran muy fuertes pero su presencia muchas veces la lastimaba por la actitud que el chico tenía con ella.

En ese momento deseaba ver a Albus, cierto corría el riesgo de toparse con Scorpius, con su hermana o algún pesado slytherin, porque podía darse cuenta de que muy bienvenida no era en ese lugar, más por ser de gryffindor; Caminó por los largos pasillos para toparse con alguien con quien chocó, y que obviamente se mostraba fastidiado, no era otro persona más que Lyra...nombrarla en sus pensamientos fue como un llamado al parecer...

-Oh eres tú Lyra....- la miro de reojo con un poco de desagrado- Acaso eso te importa?...después de todo supongo que eso no es de tú incumbencia no?- le contesto y sabía que le traería consecuencia el haberle hablado de esa manera.

*Había salido a correr y a entrenar un poco de capoeira como hacía todas las mañanas. Había que estar en forma. Si, Neville la primera vez que me vio haciendo mis rituales de pelea se llevó un susto tremendo y no me entendía. Pero el vivir durante un tiempo en la calle. Conviviendo con lo peor de la sociedad me marcó a fuego. Y desde entonces me había jurado que ya no iba a ser nunca más la niña que suplica no ser golpeada. Ahora sabía defenderme. Ya fuera con hechizos o con combate cuerpo a cuerpo. Y como agradecía el seguir siempre con estos ejercicios. Con la que se avecina es bueno estar en forma. Y más si debes proteger a la gente que te importa. Sobretodo a James. Mi Jamsie, mi mejor amigo. Aquella persona que había creído en mí. No. No pensaba fallar a James. Entrenaba duro, por él.

Porque mi deber era protegerle, defenderle. Ser su guardaespaldas. Su ángel guardián. Aquella que se interpusiera entre él y quien lo quisiese muerto. Subí en chandal al segundo piso, de camino al baño de Myrtel la llorona para cambiarme y ponerme el uniforme. La verdad es que la fantasma y yo nos entendemos. Ella no me molesta y yo vengo a verla a veces... rara relación la nuestra. Pero creo que la entiendo. No me cuesta empatizar con gente rota. Subí a ese baño y me di una breve ducha antes de cambiarme el uniforme y salir... ¡¡un momento, aquí hay alboroto!! Salí sin abotonarme la corbata y con el pelo algo despeinado y húmedo. Lily y Lyra.*

-¿Qué está pasando aquí eh?

*Dije llevando la mano al bolsillo donde tenía la varita. No me fiaba de la serenidad de Lyra. Para nada*

La pequeña de los Potter me fastidiaba a cierto grado que podría explotar y matarla con un solo movimiento de varita. No le podía decir nada a Albus ya que me destruiría. El odio que guardaba ya no era por mi planes, porque era un obstáculo, no, ya se había vuelto muy personal. Claro que ella y la Snape. Eran mis dos némesis más grandes y fuertes que había tenido en tantos años. Nunca me fue difícil destruir a aquellos que odiaba, pero ellas eran diferentes...
Sonreí aún con más malicia. Grandes pensamientos, y sádicos también, se cruzaban por mi mente. ¿Cómo la destruiría? Quería matarla, sin embargo, eso era mucho. Tal vez hechizarla era la mejor manera, para que se olvide de mí, de Albus y de Scorpius... Otra razón por la cual odiaba a Potter, tenía sentimientos hacia mi hermano.

- Cuidado, Potter - bajé mi varita con lentitud y toqué las dos puntas de los extremos con los dedos indices de cada mano. Le dediqué una mirada penetrante -, posiblemente no le gustará a Jamie que te encuentre ensangrentada en este baño... - solté una carcajada luego de utilizar mi tono de voz burlón.

Me gustaba verla sufrir.
De pronto, a mis espaldas, una puerta se abrió tan rápido que apenas me dio tiempo para volver a levantar la varita. ¡Genial! ¡Ahora Snape estaba allí!

- Me divierto con la pequeña Potter. ¿Quieres reunirte con nosotras?

Como lo había pensado la muchacha Malfoy, ya amenazaba con hechizarla o algo mucho peor, la conocía y sabía perfectamente de lo que era capaz... Lily estaba totalmente segura de que si no fuera por que era hermana de Albus ella trataría de atentar contra su vida; el desagrado era mutuo solo que el de Lyra un tanto exagerado desbordado, hasta llegar a ese punto.

Apoyó una de sus manos sobre el bolsillo que de su túnica lugar donde guardaba su varita, estaba preparada para lo que sucediera en ese momento; era una gryffindor y no temía a una chica con problemas de personalidad que no sabía bien él porque de sus odios, porque eso le parecía a ella, porque Lyra no tenía razones lógicas para odiarla que ella supiera, nunca hizo nada que le diera razones.


-Descuida...que no seré a mi que encuentren de esa forma precisamente...-le respondió con firmeza, con la mano aún sobre el bolsillo, pero luego una voz les llamó la atención a ambas. Era Solteria; no sabía si su presencia era exactamente correcta, ya que Lyra la detesta igual que a ella y no dudaría en apuntarle.

-Solteria...-fue lo primero que dijo, pero rápidamente mencionó- No es nada....solo le estaba preguntando por Albus...- en esos momentos no deseaba meterla en problemas por su culpa, y tampoco era bueno que sospechara algo.,se preguntaba si creería lo dicho.