Fiesta de disfraces

Las invitaciones habían llegado a la mayoría de los jóvenes del quinto año para arriba, y unos pocos de cuarto, ya que la fiesta era organizada por chicas de años superiores , y como siempre dejaban a un lado a los más jóvenes, aunque a su parecer era lo correcto, ya que no veía adecuado que niños de primero , segundo o tercero estuvieran en un evento como ese..,

Como era de esperarse las sugus estaban entusiasmadas con la dichosa fiesta, como la mayor parte de sus compañeras; claro a los 15 años todos sentimos la necesidad de experimentar ese tipo de cosas. Desde la mañana muy temprano hacían los preparativos para ir a la fiesta, en especial sobre lo que llevarían puesto; el disfraz; cosa que ella aún no tenía y solo estaba a unos minutos de que la fiesta iniciara ; incluso dudaba de sobre asistir, ya que no había nada de su interés en ese lugar, es cierto irían sus amigos, incluso sus primos, incluyendo a sus hermanos, James iría detrás de Rose eso era más que obvio y porque no para andar de Don Juan con una que otra chica más..,

El dormitorio de niñas de la casa Gryffindor yacía desierto en esos momentos, todas ya habían salido con sus respectivas parejas en dirección al baile, mientras que ella, Lily la pequeña Potter caminaba de un lado al otro arreglando algunas cosas; se dirigió hasta el guardaropa observando por unos largos minutos los atuendos sin llegar a nada.., hasta que una idea llegó a su mente; tomó un vestido blanco, un poco escotado, por sobre sus rodillas, que hacía resaltar las líneas de su cuerpo.., unas chatitas de charol y una bincha con pequeños arreglos florales improvisaban a una Ninfa del bosque, unas pequeñas alitas que salian por detrás, con el cabello pelirrojo esparcido por su espalda con un mechón de cabello en la frente. Se veía bastante bien al juzgar lo que veía en el espejo, tal vez no era un disfraz que había sido comprado con anticipación como el de las demás chicas pero al menos nadie tendría uno igual al de ella. Por último un hechizo simple-que le enseñó su madre de pequeña- hizo que la pequeña corona destellara como si pequeñas luciérnagas pasearan por toda ella..,al igual que las líneas que marcaba su cadera.

Bajó las escaleras y se dirigió al lugar un tanto desanimada, al contrario de el entusiasmo y algarabía que se percibía en el lugar; la mirada de la chica paseaba distraída por todo el salón en busca de..de quien?, tal vez de cierto rubio, aunque bien sabía que no lo hallaría..,pero aún sí era por simple inercia que lo hacía.

-Potter?!...eres tú? Hola!..-una vez más la chica “Potter” llamaba la atención…y cuando se dice la chica Potter es porque así es como es conocida, pocas personas la llamaban Lily, y eran sus más cercanos y verdaderos amigos, ya que la gran masa solo quería socializar con ella por ser una Potter , y ni que decir de James y Albus… pero el más asediado era James en especial por las chicas. En cuánto a ella , los chicos también tenían alguna que otra intención aunque ella no les prestaba mucha atención, ya que cierto rubio se la llevaba por completo. Desde que inició como buscadora en el equipo de gryffindor había tenido más cercanía con los muchachos de años superiores quienes sin ninguna pereza trataban de engancharla, claro que ella sabia perfectamente que era más por el hecho de que era una Potter…y no precisamente por ella.

Spoiler:

¡Oh! Pero ¿Qué es esto? Me pregunté en cuanto encontré la nota en donde había sido invitada a la fiesta que se haría en la sala de los menesteres, de primera instancia pensé en simplemente no asistir a la fiesta, claro después llegué a la parte de disfraces y lograron captar toda mi atención. Entonces comencé a maquinar mi disfraz, tenía que ser algo atrevido, nuevo y sobre todo que nadie más llevara. En realidad no lo pensé mucho, sabía que era lo que podía ponerme pero nada me llamaba la atención, así que después de una rica ducha con agua bastante caliente salí al dormitorio de las chicas de Gryffindor, todavía no había nadie arreglándose. Abrí mi baúl, saqué una pequeña tanga, y pintura de color azul para el cuerpo (no sé cómo mierdas habrían llegado a mi baúl esas pinturas pero estaban en ese lugar y eran perfectas). Me metí nuevamente al baño mientras secaba frenéticamente todo mi cuerpo, hasta que de verdad no quedaba nada de agua en él, en ese momento tomé la pintura azul y comencé a pintarme todo el cuerpo desnudo. Su textura era extraña y en realidad nunca me había disfrazado de esa manera aunque si había visto a los muggles haciéndolo, las chicas quedaban muy bien. Me divertía mucho con ese trabajo aunque en realidad no sabía cuál sería el resultado. Al final parecía una pitufo y esa no era mi intención, tomé pequeñas plastas de lo que era papel de baño y remojándolas completamente en pintura hacia que se volvieran como si fuera masa, la masa fue esparcida sobre todas partes de mi cuerpo haciendo pequeñas figuras que ocultaban mi desnudes al mismo tiempo que daban forma a mi disfraz. Creo que me llevé alrededor de una hora pero cuando me levanté, al mirarme al espejo quedé sorprendidísima, era idéntica a Mystique. Sabía que podía ser una villana súper sexy pero incluso a mi me impresionaba mi trabajo aún faltándome el cabello y los ojos. Los ojos en realidad fue un trabajo demasiado fácil aunque he de decir que me daba miedo picarme los ojos para ponerme los pupilentes, amarillos, todo una Odisea y cuando logré ponérmelos sentí tal satisfacción que me puse a reír al mirarme al espejo. Ahora necesitaba un color rojo de pelo y tenerlo más corto. Cualquier muggle habría dicho que necesitaría cortarme el cabello o ponerme una peluca, se equivocaban en el mundo mágico. Tomé mi varita, en clase de transformaciones estábamos viendo ese tipo de cosas, transfiguración del cabello (color y forma). Respiré hondo, hasta ahora solo había logrado hacerle a una chica de mi clase un gran agujero de color morado. Apunté a mi cabello y susurré el hechizo para cambiar de color. En un principio el efecto parecía ser muy poco, tenía un tono rojo bastante oscuro y parecía que no iba a mejorar y no fue hasta después de un par de intentos que logré llegar a un tono más o menos aceptable de rojo. Mientras más atención prestaba a mi reflejo más terrorífica me sentía, era idéntica a la Mystique de los comics.

Al salir del cuarto de baño logré darme cuenta que ya no había nadie en la sala común gracias al poco ruido que había, eso era una mala señal. Estaba llegando tarde. Respiré profundamente mientras sentía la pintura en todo mi cuerpo increíblemente ya estaba seca, significaba que podía moverme con tranquilidad y tocar todo lo que quisiera sin temor a que me despintara. Solo me faltaba ponerme en la planta de los pies y fue lo más rápido del mundo. Me miré al espejo una última vez y pensé “porque esto no es día de brujas, estoy de dar miedo” aunque también pensaba que me veía bastante sexy sin nada en la parte superior más que una capa de pintura que hacía todo un poco más discreto, mi tanga azul que apenas se notaba y gracias a las pequeñas bolitas de papel todo parecía tan natural. Sonreí con superioridad mientras salía para bajar a la sala común, había un par de chicos que se me quedaron viendo embobados (con justa razón) mientras yo salía por el retrato de la señora gorda. Al salir escuché a la señora gorda hacer una exclamación que no me paré a escuchar y seguí de frente tratando de ocultarme en las paredes como si de verdad fuera la asesina de color azul. Era tan divertido tratar de evitar a los estudiantes por los pasillos y cuando me topaba con alguno ponía mis dedos en mis labios en señal de que se quedara callado para luego seguir mi camino muy dignamente.

Después de lo que me pareció un viaje de lo más concurrido al fin pude llegar a la sala de los menesteres, di tres vueltas enfrente del cuadro de los enormes gorilas (como les solía decir yo) pidiendo que se me mostrara la puerta hacia la fiesta y enseguida comenzó a materializarse. Sonreí cuando tuve la gran puerta de madera frente a mí, me quedé unos momentos inmovilizada sin saber qué hacer. ¿Y si hago el ridículo con mi traje? Solté una carcajada al escuchar esas ideas en mis pensamientos, abrí las puertas de par en par entrando en la sala con una decoración espléndida que me dejó completamente perpleja. Di unos pasos dentro y dejé que se cerraran las puertas detrás de mí para observar a los presentes. Conocía a dos de las chicas que se encontraban Valerie y Potter. Si Potter, cualquiera que no la conociera era de familia muggle aunque en realidad nunca había hablado con ella y sinceramente me daba un poco igual, no quería encontrarme con que era una elitista subida de ego por la fama de su padre. Sonreí y me acerqué un poco más al centro de la pista esperando que alguien se me acercara para hablar o algo parecido pues me daba un poco de miedo ir a hablar con Valerie y su amiga la primera dama.

I'm Sexy:

Una fiesta de disfraces ¿que se suponía que ella iba a hacer en una fiesta de disfraces? no conocía a muchos y a los que conocía bueno pues no todos iban a ir y si iban no los iba a poder reconocer por las mascaras. No ya definitivo, no voy a ir pensó no iba a ir a una fiesta en la que seguramente no se iba a divertir, a no ser que se llevara un libro, pero ni ella era tan aguafiestas como para llebarse un libro a una fiesta.
Una vez más se miro en el espejo esperando encontrar en su expreción la respuesta a su dilema de si ir o no ir, pero no encontró nada, después miro a su pequeña lechuza que estaba descansando en uno de los buroes de la habitación.
- esta bien si voy a ir - le dijo a su lechuza que parecía verla de manera acusadora - aunque no se que voy a lograr con ir a una fiesta a la que no consoco a nadie - resopló tomo una toalla y se fue a el cuarto de baño a darse una muy larga ducha.

Ya habían pasado unos 20 minutos solo en lo que se tardó en bañarse, la fuesta seguramente había empezado desde hace ya un buen rato, pero no le importaba llegar tarde despues de todo no tenía ni quería impresionar a nadie.
Se tapó con la toalla que había llevado hasta llegar a su habitación de nuevo, cerró la puerta con seguro y buscó entre sus cosas algo que pareciera a algun disfraz, auque no encontró mucho, de entre sus cosas solo encontró un vestido largo y negro con olanes que caian desde la cadera hasta rosar el suelo, era algo que usaría alguien de hace un siglo, pero a ella le gustaba, aunque no ayudaría mucho con su intento de no llamar la atención ya que probablemente todas las demas chicas se irian con cosas un poco más reveladoras y estar como monja en un salón lleno de minifaldas si llamaba la atención.

Se sentó en un tocador y sacó todo su maquillaje muggle, algo que no se veía muy a menudo aqui, pero a ella le gustaba más tomarce el tiempo de hacer lo que a ella se le antojara ponerse en la cara, no le gustaban los hechizos para hacerte ver bonita, además de que no le salían y parecía payaso de circo cada vez que lo intentaba. Se pusó mascara delineador un poco de rubor y un tono rojo carmesí para resaltar sus labios que probablemente era lo unico que iba a notarse de ella ya que se iba a ir con antifaz a la fiesta; esa era una de las cosas buenas de la fiesta, todos llevarían antifaz (o por lo menos la mayoría) así que no la podrían reconocer, nadie la conocía tan bien como para reconcerla simplemente por su figura, y no planeaba quitarse el antifaz a las doce si es que en el mundo magico también hacían cosas como esas.
Se pusó el vestido y con un poco de ayuda de la magia se apretó el corset como se lo habrían apretado hace un siglo, gracias a merlín su abuela le había enseñado una manera de respirar comodamente aun con una cosa de esas apretandote hasta lo que no tienes.
Su cabello lo secó e hixo unos cuantos bucles caidos que le llegaban casi a la cintura, la mitad los dejó así y la mitad de arriba la recogio en un muy fino moño que fijo con pasadores y si tambien con algo d e magia solo para acegurarse de que no se fuera a caer.

Mientras ella se arreglaba su lechuza la seguia mirando y ella no pudo evitar ver su expreción - ¿que pasa? yo se que es mucho, pero si voy a ir entonces quiero irme presentable - se miró en el espejo una ultima vez antes de salir de su habitacioón para ir a la sala de l os menesteres.


Tuvo que admitir que se sorprendio bastante al entrar por la puerta que iba y venia, no se esperaba algo tan bien echo, todo estaba tan perfectamente bien acomodado en su lugar, no había una sola cosa que no fuera estuviera perfectamente convinada con el resto del salón - ces tres belle 1 - comenzó a caminar entre la gente que ya había llegado intentando no molestar a nadie y que no la notaran aunque el repiqueteo de sus tacones no ayudaba mucho, una vez algo alejada de todos (no mucho solo lo suficiente para que no la notaran por estar cerca ni por estar lejos) se sentó cruzando un tobillo detras de otro y se quedó admirando todo lo que había en el lugar.

Spoiler:

1.- esta muy lindo