Es lo que hay {L i b r e}

por **Andrew S. DiNatale** Jue Abr 05, 2012 4:45 pm

--¿Cuándo volverás a casa, papá?--Sonó la voz al otro lado de ese teléfono móvil muggle que solo utilizaba para tener mayor contacto con Shia. Bajé la mirada sonriendo para mí-Volveré en cuanto termine unas tareas princesa-Susurré con voz dulce al teléfono, escuché el suspiro triste de mi hija al otro lado-¿Qué te ocurre, pequeña?-Su vocecita volvió a sonar--Es que...te echo de menos, ayer llegaste muy muy de noche y no pude verte...¿Hoy vendrás antes?--Preguntó y yo asentí para mí, mi hija me necesitaba-En cuanto termine, te prometo que estaré ahí para arroparte y si hace falta contarte un cuento-Entonces la voz de Shia sonó más alegre--¿De verdad? Espero verte papá, ahora Hansel me está diciendo que cuelgue, te quiero mucho muchísisisimo--Qué hermosa voz tenía-Y yo a tí más mi vida-Susurré en el auricular antes de que se cortase la comunicación.

Guardé el móvil en mi bolsillo para después caminar hacia la cocina, mi camisa estaba manchada de no sé qué cosa, gracias al intento de una poción curativa para el hipogrifo que debía presentarles mañana a los alumnos y que se encontraban enfermo. Pociones nunca había sido lo mío, pero sabía hacer mejunjes curativos, se lo había dado y el animal se había echado a dormir nada más tomárselo, no estaba de muy buen humor. Suspiré y fue cuando cerré la puerta, estaba deseando ver a Shia, pero mi jornada no terminaría hasta dentro de tres horas y debía aguantar hasta entonces.

No había nadie en el lugar por lo que empecé a quitarme la camisa, cuanto antes terminase mejor, antes terminaría de corregir los trabajos que había mandado, teóricos y antes volvería a casa, con Shia. Me quedé sin camisa, con una camiseta de tirantes blanca que llevaba debajo mientras buscaba algún mejunje quitamanchas con el que pudiese quitar esa estúpida mancha que se notaba demasiado, "adornando" la camisa azul marina. Saqué un recipiente donde rezaba el título de "en un flash, no des marcha atrás, todo lo quita como lo que más" suspiré, la publicidad últimamente era muy mala y poco convincente. Negué mientras leía cómo aplicar la mezcla sobre la ropa en el recipiente. Había ido a las cocinas porque era el único lugar donde podía encontrar una pila muggle donde lavar a mano, con alguna que otra poción o de cualquier forma, lo importante era quitar la mancha y dejar la camisa como nueva.

por **Valerie McFly** Jue Abr 05, 2012 5:32 pm

Caminaba y bajaba largas escaleras lenta y tranquilamente por los interminables pasillos de El Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, iba murmurando por lo bajo una canción que había escuchado por la radio Muggle… no le agradaba en absoluto, pero era sumamente pegadiza. Suspiró divertida ante aquello; siempre era lo mismo. Acomodó su cabello en una coleta alta, para que no le molestara. Se encontraba camino a las cocinas, tenía hambre ya que no había podido asistir a la cena, ocupada con un trabajo de Encantamiento que había olvidado y desgraciadamente era para el día siguiente… y peor, para la primera y más odiada hora.

Luego de bajar alguna que otra escalera más –no estaba prestando atención a ver ni saber por dónde iba- llegó a la planta baja. Puedo vislumbrar a alguien que entraba a las cocinas. Frunció el ceño, tenía curiosidad por saber quién sería ese o esa persona. Esperó a que terminara de entrar parada, y luego de pensar un segundo de quién se podría tratar sin conseguirlo, volvió a retomar su andar, y caminó hasta llegar a la puerta. Meditó durante unos segundos si entrar o no, pues sabía que no quería soportar a determinadas personas, si se trataba de alguna de ellas.

Giró el pomo de la puerta sigilosamente, sin hacer ni un pequeñísimo ruido, y entró en la cocina. No podía creer lo que estaba viendo… ¿Se trataba del profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas?... pero aún mejor ¿Era el profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas… sin la camisa aburrida que acostumbraba a llevar puesta? Se mordió el labio inferior divertida, conteniendo la risa ante lo que estaba pensando en esos momentos. Aunque su sonrisa se esfumó al pensar lo siguiente… No dudaba que si la encontraba allí de noche intentaría castigarla… Aunque realmente, eso no le importaba demasiado.

Se cruzó de brazos, y se apoyó contra la puerta, sin percatarse de que había hecho mucho ruido. Rápidamente cambió la posición en la que se encontraba, y aunque quiso escabullirse de allí, y pasar desapercibidad, era demasiado tarde, pues el profesor ya estaba volteándose.- Maldición..- susurró, sin intenciones de que le escuchara.

por **Andrew S. DiNatale** Vie Abr 06, 2012 5:24 pm

Tras coger el quitamanchas, abrí el grifo y dejé correr el agua hasta que empezó a estar caliente, vale, podía quitar la mancha con un simple hechizo, pero para qué mentir, mi fuerte no era encantamientos y prefería no arriesgarme a estropear esa camisa, tenía bastante carga sentimental para mí. Mi hermana había sido quien me la había regalado por navidades el año pasado, era lo único que me recordaba a mi familia. Dado que mi padre me había repudiado al rechazar contraer matrimonio con la madre de mi hija.

Suspiré mientras introducía la camisa en el agua que ya comenzaba a llenar la pila, el agua caliente me relajaba, solo sentirla en la punta de los dedos me hacía sentir realmente bien, cálido, tranquilo, me transmitía seguridad. Entonces el agua comenzó a impregnar la tela y yo abrí el bote con aquel mejunje quitamanchas, vertiendo un poco sobre la mancha esperando que con frotar un poco se quitase. Entonces comencé a tararear una suave melodía que me recordaba a Shia. En realidad todo me recordaba a Shia, básicamente mi vida giraba en torno a aquella niña de cinco años de cabellos dorados y ojos verdes.

Entonces escuché ruidos por el pasillo, alguien se dirigía hacia el lugar donde yo me afanaba en quitar la mancha, no me molesté en girarme, supuse que sería uno de los profesores de guardia en su ronda nocturna, en este colegio todo estaba muy controlado y eso me hacía volver a mis años de estudiante cuando escuchaba a los chicos hablar de cómo se habían escapado de Hogwarts mientras yo me limitaba a leer y a escribir, imaginándome historias que ahora me parecían completamente sin sentido. Había sido un joven realmente soñador, quería hacer un millón de cosas que no había podido hacer, por las circunstancias que sobrevinieron al dejar Hogwarts, el nacimiento de Shia sobretodo.

Cuando escuché murmurar "mierda" supe que no estaba al lado de un profesor de guardia, me giré sacando la varita-Lumus-Murmuré con rapidez y aún con las manos mojadas por el agua, entonces apareció ante mí con claridad el rostro de una joven castaña que reconocí por haber asistido a mis clases-Está bien, voy a hacer la típica pregunta ¿Qué haces aquí a estas horas?-Pregunté con seriedad intentando cubrir el tatuaje que llenaba mi hombro derecho, ya que eso podría quitarme toda la autoridad que tenía.

por Invitado Sáb Abr 07, 2012 11:20 am

Estaba en la sala común, aburrida, leyendo un número del Quisquilloso para entretenerme, pero de repente me dio sed, y además ya era de noche y no "podíamos salir", esa norma para mí no significaba nada. Así que salí feliz por la puerta de la sala común a por zumo de calabaza que era lo que me apetecía. Bajé sin ser vista a la sexta planta y entré al tapiz del caballero loco. Me deslicé por ese tobogán aguantando la risa y pronto llegué a las mazmorras. No había nada más que un prefecto de Slytherin al cual apunté con mi varita desde mi escondite. -Desmaius...-susurré, al instante, mi hechizo impactó en el alumno dejándole allí dormidito. -Alé a contar ovejas se ha dicho.-susurré al pasar por su lado con una sonrisa traviesa.

No tardé más de un par de minutos en entrar en la cocina que para mi suerte, estaba vacía. Fui a la nevera y cogí una jarra con zumo de calabaza, pero antes de que me pudiera servir un vaso, escuché pasos, por lo que la dejé encima de la encimera, y me escondí detrás del fregadero. Escuché que la puerta se abría, y me asomé un poco para ver quien era, mierda, era el profesor de Cuidado de Criaturas Mágicas, vi que buscaba algo en un armario y que se quitaba la camisa. Pude ver que en su brazo llevaba un tatuaje, molaba y está musculoso este tío...

De repente se giró hacia donde yo estaba y me agaché antes de que pudiera verme. Entonces escuché que la puerta se abría, y una voz femenina decía claramente mierda, traté de contener la risa, pero con un movimiento que hice mal, tiré un plato al suelo. Madre mía que pillada me iba a dar el profesor de CCM. Me levanté con las manos arriba, mostrándome rendida. Vi que la chica era Valerie, una compañera de mi casa.
-Valerie, muy mal al estar fuera de tu habitación, como prefecta debo llevarte a la misma y pensar en un castigo. -dije guiñándole el ojo haber si colaba.-Buenas noches profesor.-dije empujando a Valerie hacia la salida.

por **Valerie McFly** Dom Abr 22, 2012 10:26 pm

Claramente el profesor había notado la presencia de la leona por esos lugares. Observó en silencio absoluto cómo el profesor volteaba, luego de haber pronunciado el hechizo para iluminar la cocina. Desvió rápidamente la vista, al preguntarle por qué estaba allí – Yo… estaba haciendo mi ronda de prefecta – se excusó rapidamente. Si bien era prefecta, no existían las rondas por la cocina, aunque esperaba que el nuevo profesor no supiera aquello, y se tragara la mentira.

Justo en ese momento, Valerie escuchó que algo de vidrio se rompía, y luego, la pelirroja de Gryffindor, llamada Roxanne si mal no recordaba, salía de detrás del fregadero, con las manos en alto. La miró, y contuvo la risa por unos momentos a causa de lo cómica que se veía así. Levantó una ceja divertida, cuando escuchó lo que la chica de sexto curso decía. ¿Ella prefecta? Suspiró discretamente, y decidió seguirle el juego – Sí. – aceptó – Sé que debería haber hecho mi ronda de prefecto por arriba, pero estaba hambrienta y he aprovechado hacerla por aquí – comentó, diciendo por parte la verdad. No haría ninguna ronda de prefecta– Por cierto, Rox, he encontrado tu insignia de prefecta en la Sala Común. Era a ti a quien se le había perdido, ¿verdad? – comentó, luego de mirar su túnica de reojo y notar que no lucía dicha insignia.

Observó al profesor durante unos segundos, para ver cuál era su reacción. Pudo vislumbrar levemente un tatuaje en su hombro derecho, y soltó una pequeña risilla al notar que intentaba cubrirlo, se veía sexy con el tatuaje. Estaba segura que no le agradaba que los alumnos lo tomaran como uno más de los suyos al verlo. – Con permiso – murmuró, antes de soltarse de la pelirroja que la empujaba hacia la salida para escapar de allí, y pasar por el lado del profesor e ir a buscar un sándwich a la nevera.

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