Incluso aquí suceden milagros, se llama magia (Elle)

*Había sido un día más o menos ameno. Con las clases, las preparaciones para las reuniones del Ejército de Dumbledore, y claro. Mis entrenamientos con capoeira y ver como James, Fred y Lorcan correteaban por Hogwatrs haciendo bromas a los incautos que se les cruzaban en su camino.

La verdad es que yo me sentía al margen, porque esas bromas jamás me gustaron demasiado. El jugarlas digo. Y tampoco ellos habían peleado mucho para integrarme en el grupo de bromistas, ese grupo ya estaba formado desde que ellos iban en pañales. Yo fui la que llegó después y a la que adoraban y recurrían en busca de consejo... pero no pasaban demasiado tiempo conmigo. Y eso dolía un poco. Por eso me subí a la Torre norte, a meditar un poco y a charlar con los pájaros. Desde que tenía el poder de controlarlos y de saber que decían con sus graznidos, disfrutaba mucho de su compañía.

Aquí sentada en una de las almenas de la torre, con el cabello al viento y disfrutando de ver como águilas y cuervos revoloteaban a mi alrededor me sentía menos triste. Pensaba en mi padre, en cómo me hubiera gustado conocerle. Pero por lo que decía Neville yo me parecía a él en personalidad... esperaba que... estuviese donde estuviese orgulloso de mí. Acaricié con cuidado las pastas del libro del príncipe mestizo, el libro de mi padre, donde había apuntado todo su saber. Ese era mi legado. Lo que me acercaba a él. Pero... hoy pensaba en Elle, en cómo me hubiera gustado no haber perdido el contacto tan drásticamente con él. Si había cartas, pero no era lo mismo.*

*Torre Norte* pensaba mientras revisaba mis anotaciones y me dirigía a ella, a pesar de que hacia poco tiempo que recorría los pasillos del castillo, ya me había armado un mapa personalizado de la mayoría de sus secciones. En mis noches de insomnio revisaba cada una de mis anotaciones, pero aun no encontraba pruebas de nada, en verdad quien o quienes cometieron esas atrocidades, eran buenos en lo que hacían y no dejaban cabos sueltos. Pero no contaban con que este año me encargaría de la investigación, por lo que no aceptaba una derrota y menos cuando recién comenzaba mi investigación.

Al ingresar a la torre, no pude evitar observar a una joven de cabellos negros, pero como esta se encontraba de espaldas a mi no pude saber quien era, de todas formas en ese momento no me importaba ya que pronto seguí con mi anotador, esta ves anotando las medidas de la torre y comenzando a hacer el bosquejo de la misma, si bien dibujar no era mi pasatiempo, me gustaba tener datos exactos y eso solo se logra con los retratos de un lugar para poder pasar las medidas a la grafica y estar al tanto de todo, si bien no era un arquitecto, podía distinguir cada una de las secciones de la edificación.

Mientras tomaba las medidas de la columna que sostenía el techo, me percate de lo deteriorada que estaba la madera, si bien era antigua, me pareció ver rasgos no naturales, la erosión no era un factor ya que estaba bajo techo y por lo que sabía el castillo siempre estaba limpio. Luego de meditar y no encontrar otra explicación, me quede con la primera que había pensado, ese daño fue echo por una persona y no paso mucho tiempo desde que fue echo, quizás algunos años ya que la madera aun no se moldeaba por la humedad y seguía astillada. Era común en mi perderme en mis pensamientos, pero en ese momento un olor familiar despertó mi curiosidad,* ese perfume, de donde lo conozco?* pensé por un momento, solo conocía a una persona que llevaba esa fragancia en sus cabellos, y si mi deducción era correcta, la persona que se encontraba a mis espaldas era Soteria Snape.

-Tory?- dije en un tono bajo pero audible- eres tu?.

*Si ponía la suficiente atención me parecía sentir como iba atrás en el tiempo en mi mente, infundida por los graznidos de los pájaros, que narraban como hacía unos años, mi padre había matado aquí a Dumbledore, el anterior director. Todo había sido un plan del anciano director para que mi padre se ganase la confianza del bando de la oscuridad y así pudiese proteger al colegio de la que se la avecinaba. Por eso hoy, para casi todo este colegio soy la hija del traidor. Pero aquí, desde estas alturas puedo escapar durante un pequeño rato de eso e intentar encontrar la paz y la calma que necesitaba para planear la defensa del castillo. Sabía que Albus y Lyra querían mi cabeza, porque se me da muy bien el duelo y puedo ser una temible adversaria, pero mientras lo consiguen me toca a mi planificar quienes patrullarán para intentar detener esos ataques.

Pero no estaba sola en esta torre. Una voz me llamó en voz baja, apenas audible. Me giré para ver quién era quien me había llamado. Y casi me atraganto. Ahí, de pie al lado mio había un chico con los ojos negros. Vestía camiseta blanca y pantalón vaquero y estaba muy muy ojeroso. Sabía quien era, pero algo me decía que era imposible que él estuviera ahí. Me levanté del alfeizar y le miré asombrada.*

-Elle...

Alce mi mano, colocando un dedo entre mis labios, en señal de silencio- no me llames así aquí- le comente, aun conservando mi distancia- dime Rue- a pesar de que nos conocíamos hacia años, no podía ser mas flexible, en aquel momento, era como si fuéramos dos extraños. Podía observar las facciones de la niña que alguna ves conocí, pero estaba claro que ya no era una niña de 10 años, era toda una adolescente y muy bella.

Fuera de aquel extraño sentimiento que me invadió al verla, no pude evitar recordar las palabras del sombrero seleccionador, pero fue un vago pensamiento que solo duro un instante.- Como te encuentras?- dije de una manera seca y fría mientras continuaba con mis anotaciones- Sabes aquí hay mucho trabajo que hacer, Hogwarts es inmenso- comente aun mirando la edificación y sin dejar de anotar lo que veía interesante- Me interesaría conocer la sala común de Gryffindor, con fines de investigación, cuando tenga el permiso de la directora seria bueno que me acompañes Tory.

Sabia a la perfección que los integrantes de otras casas no podían ver las salas comunes de la casa a la que no pertenecen, pero la verdad era que yo no estaba ahí para ser una alumno mas, tenia que revisar cada rincón del castillo en busca de pruebas.

*Mis ojos se abrieron de golpe al verle tan extraño. Primero que no le llamase Elle, que le dijese Rue. Luego además aquella frialdad al hablar... Mi amigo había cambiado. Parecía que negase todo lo que una vez nos unió y parecía... que me negase a mí. Me hablaba de una manera que el Elle que yo conocía jamás lo hacía.

La confirmación que yo me temía llegó cuando comentó que esto era inmenso y algo de trabajo, investigación. Tenía razón, Elle venía a darnos caza y a lo mejor los de Slytherin creaban pistas falsas para inculparnos a nosotros de lo que ellos hacían. Este descubrimiento me dejó helada, pero más me dolía el hecho de que mi amigo se hubiera convertido... en... en esto. Míralo Tory, ahí plantado con esa pose que denota seguridad en si mismo. Y si, tristemente aún me quitaba el aliento. Y ahora más aun al ver en el apuesto jóven en que se había convertido. Pero el título de L había acabado por dejar en segundo plano todo...*

-Ah... entiendo... vienes aquí como investigador.
*Y quieres usarme para resolverlo. Joder Elle, eso duele.*

-Asi es- comente luego de escuchar lo que ella decía- Los motivos que me traen a Hogwarts, son pura y exclusivamente para investigar los crímenes- dicho eso le dedique una mirada, Tory era la única persona en la que podía confiar, pero en ese momento me preguntaba, si la joven que alguna ves conocí aun seguía dentro de ella y si en verdad podía confiarle información.

No tenia nada que perder, puesto que la información que manejaba era poca quizás ella podría ayudarme a deducir algunas cosas.- Dime algo Tory- dije sin quitarle mi vista, esta era fría y calculadora- tienes idea de quien pudo o quienes podrían haber cometido tales atrocidades?.

Luego de comentarle eso, saque de mi bolsillo un caramelo de café, para luego llevarlo a mi boca, me quite lo zapatos y me senté en el suelo para poder tomar nota de cada una de sus palabras, mientras esperaba su respuesta, se podía escuchar como el caramelo chocaba con mis dientes, ruido causado por el jugueteo que hacia con mi lengua. Como esta se tardaba en responder, me pude dar cuenta que no hacia falta ser legeremantico, para advertir que algo sabia, pero no encontraba las palabras justas o no quería comentarme. De todas formas, muchas personas se sobresaltaban al ver mi mirada fría y calculadora, pero ella no parecía sentirse incomoda, todo lo contrario, solo que su silencio, me decía mas de lo que ella imaginaba.

*Estuve callada un buen rato. Pensando. Midiendo muy bien lo que iba a decir. No podía contarle todo lo de la profecía y todo eso, porque quien lo supiera que no estuviese implicado estaba en peligro mortal. Y aún él significaba demasiado para mí para que lo arriesgase a llevarle a primera línea de fuego en una guerra encubierta con un tío que estaba loco.

Pero tampoco era plato de gusto dejarlo al margen. Porque él nunca se quedaría sentado. No en medio de un caso. En eso no ha cambiado, lo leo en sus ojos. Lo sé. Como sé que está aprovechando este momento que estoy callada para analizarme y sacar sus conclusiones. Me pregunto que conclusiones serán esas. A ver, concentración. Tengo que tomar una decisión y rápido. ¿Qué hacer? ¿Y si hago como con Alice? Meterle en el ED para que esté preparado y no decirle nada de la profecía... aunque algo me dice que tarde o temprano él lo sabrá.*

-Alguna teoría tengo. Llevamos con esto desde el año pasado... por eso volvimos a formar el Ejécito de Dumbledore... para estar preparados en caso de que sea necesario.

En el momento en que hablo, supe que no me estaba diciendo todo, pero esta ves acepte su poca información, hacia tiempo no nos veíamos, por lo que no quise agobiarla con preguntas, que en algún momento tendrían respuesta.- Comprendo- dije luego de mover el caramelo para que mi vos salga clara como siempre- es el grupo fundado por Harry Potter en el años 1995 verdad?- por lo que había leído el Ejercito de Dumbledore se había fundado para practicas de defensa contra las artes oscuras, algo así como un club de duelos pero con objetivos mas serios.- Entonces tienen pensado tomar el asunto en sus manos?- comente a modo de pregunta, en verdad me daba curiosidad- Entiendo que uno a veces quiere hacer justicia por mano propia y que es bueno practicar la defensa contra las artes oscuras.- mi pausa fue la advertencia de que diría algo que seguramente no le gustaría escuchar- Pero en verdad crees que hace falta que te arriesgues de esta forma?- mi tono esta ves mucho mas serio, denotaba algo de preocupación, aun que no fuera tan fácil de notar y el no lo admitiera.- dime todo lo que sepas y mantente al margen, de esa forma podremos terminar con esto pronto.

Luego de darle mis razones de por que debía de mantenerse al margen del asunto, me puse de pie, camine lentamente, hasta estar a solo unos centímetros de Tory, un fuerte impulso dentro de mi hizo que estirara mis brazos, para luego abrazar a mi amiga, si no podía negarlo, ella era mi única amiga y estaba preocupado por ella, una ves que nuestros cuerpos solo eran separados por las ropas que vestíamos, con mi mano derecha tome su cabeza por la nuca y con mis dedos acaricie sus cabellos de una forma muy amigable- Solo quiero que estés a salvo- susurre en su oído- eres mi única amiga.

*Asentí cuando mencionó los orígenes del ED*

-Si, y también fue la resistencia del castillo cuando Voldemort y sus mortífagos se hicieron con él. Fue quien defendió los derechos de los estudiantes.

*Musité mientras mi mente recordaba como Neville nos había narrado esa época en la que él había sido el jefe del ED junto con Luna y Ginny. Y ahora una generación después sus hijos y James hemos cogido el relevo. Pero algo me dice que esta que nos va a tocar de lleno va a ser más cruel que la anterior. Aunque sea porque hay muchas heridas sin cerrar. Elle me preguntó si teníamos intención de llevar esto nosotros. De tomarnos la justicia por nuestra mano. Que lo entendía, y que me invitaba a contarle todo lo que supiera para poner fin rapidito a esta locura. Y de repente se empezó a poner... como preocupado de que me arriesgase demasiado. Vale, estoy por pensar que él sabe que Lyra quiere mi cabeza. Mucho más que Albus. La niña me la tiene jurada. Y es recíproco. Y entonces, Elle me sorprendió abriendo los brazos y abrazándome. Y encima acariciándome la cabeza, echando por tierra mis defensas y el sentimiento de que él me había negado. No pude hacer otra cosa más que abrazarle fuerte, no queriéndole dejar ir nunca. Nunca. Me sentía extrañamente completa estando aquí con él. Me sentía extrañamente segura, en paz, llena de emoción y... sabía que si algo le pasase me hundiría.*

-Te prometo dos cosas: Una que no voy a hacer ninguna tontería. Y dos que eso lo voy a incumplir como alguien se atreva a intentar lastimarte.

Cuanta seguridad desbordaba la personalidad de Tory, su actual persona, no solo se mostraba como alguien que sabe lo que quiere, rugía como un león, más aya de que fuera una Gryffindor.
Había dejado muy en claro que no era de esas personas que se arriesgan sin sentido, además de que aclaro que me protegería, lo cual desde mi punto de vista era un gesto extremo, ya que yo no solo pensaba igual, también sentía lo mismo.

En la actualidad, se fomentaba que la verdadera magia nace del corazón, muchos libros hablan de cómo en el siglo XXI, la magia tradicional, la cual siempre fue etiquetada de magia para inteligentes, por lo que solo la gente que hiciera todo basado en las reglas, demostraría la excelencia a la hora de la destreza con una varita, estaba siendo opacada, esto se debía a que muchos libros de la actualidad, hablan de cómo uno solo con desear algo desde lo mas profundo del corazón y con la convicción de hacer el bien, puede incrementar sus capacidades, además de potenciar los hechizos, el ejemplo mas común era el Expecto Patronus, ya que es una magia que proviene del corazón y de los recuerdos felices, mientras mas feliz sea el recuerdo, este hechizo será mucho mas efectivo. Aun que esa teoría no era del todo aceptable para mi, con l tiempo comenzaba a comprender a que se referian.

En aquel momento sentía si podría hacer un Expecto Patronus, ya que recuerdos felices en mi no había, pero el estar con Tory, generaba dentro de mí una sensación de calma, algo así como la alegría. No duro mucho, luego de escuchar lo que ella me dijo y sentir como me apretaba contra ella sin posibilidad de escape, me aleje un poco y ella dejo que lo hiciera.

-Tory, los años pasan volando verdad- comente mientras me alejaba- y entiendo que estas aquí por motivos personales, este lugar significa mucho para ti- mi vos áspera se hacia oír en la torre, caminaba en dirección al pasillo, para entrar al castillo.- Luego terminare mis anotaciones, te dejare para no interrumpir tu momento a solas.

*Mientras estuve abrazada a Elle me sentí poderosa. Que nada me iba a detener porque le tenía a él. Si, se que sonará tal vez un poco infantil. Pero cuando te las han hecho pasar canutas durante tantos años por ser hija de un mortífago, buscas desesperadamente aceptación y cariño. Y con Elle lo había logrado siendo niña. Y aún ahora, años después y tanto tiempo sin vernos y cada uno habiendo cambiado un poco, él seguía teniendo mucho poder sobre mí. Pero no era un poder de miedo o de autoridad... que va, me daba paz. Seguridad en mi misma. Desde que me separaron de él me vi forzada a madurar deprisa, si quería sobrevivir a un mundo donde los brujitos de Hogwatrs me lanzaban hechizos a la mínima. Y las madres azuzaban a sus pequeños a que intentasen herirme. A eso se le llama acoso. Por eso tuve que forjarme esta coraza de la mejor duelista de Hogwatrs. Por eso ahora hacía de madre y de medio líder del ED. Pero desde mi punto de vista eso era un trauma. Un trauma que no sabía si desaparecería algún día. Pero con Elle duele menos. Noté como se apartaba de mi, y si, eso dolía un poco, porque era perder esa seguridad y esa paz. Pero ahora sabía... que no estaba perdida del todo. Que tal vez, y sólo tal vez, hubiese una salvación para mí.*

-No tienes porque irte si no quieres. No me molesta para nada compartir este momento contigo.

*Dije con sinceridad*

Al escucharla pronto me di vuelta, ella me había dicho que me quedara, hacerle compañía, pero era lo suficientemente orgullosa como para decirlo oculto en palabras amables, me invitaba a quedarme, aun que sabia que era lo que ella quería.
Me volví sobre mis pasos, en dirección a Tory- En verdad hay buena vista desde aquí- comente en señal de que me quedaría. Por unos momentos, el viento y el silencio fueron los protagonistas, justos veíamos el atardecer, con sus colores tan intentos que brindaban la amohína que necesitábamos.- Se vienen tiempos muy difíciles- dije en un tono de reflexión- creo que debemos estar mas unidos que nunca- mire a Tory, me gustaba mucho verla a los ojos, estos siempre se veían tan puros y sinceros.- te prometo que estaré a tu lado en la lucha- nuevamente me estaba comportando como el investigador que no tiene amigos- solo si dejas que haga mi trabajo, sin intentar estorbarme y te agradecería si me ayudas con la información, que necesito.

El silencio incomodo nuevamente era el protagonista, dominando todo lo lindo que había sucedido, no podía evitarlo, mi forma de ser me dominaba y si bien mi debilidad era Tory, en ese momento mi objetivo era no tener el por que preocuparme, la única forma de que eso sucediera es que terminara con lo malo, para poder darle espacio a lo bueno de la vida.- se que no me estas contando todo- comente- pero si no me lo cuentas, no te obligare a que lo hagas- dije amablemente- pero sabes bien que lo averiguare de alguna forma.

*Joder, maldigo el no saber decir las cosas a las claras cuando una persona que me importa entra en el ajo. Empiezan a entrarme las inseguridades y no me salen las palabras que deberían. Pero al parecer él me entendió, puesto que decidió quedarse aquí conmigo. Nos quedamos ambos en silencio, solo escuchando el viento y viendo como atardecía. Estos momentos de calma hay que aprovecharlos, porque pronto se van a acabar, algo me lo dice. Y entonces me llevé una sorpresa. Elle pareció hacerse eco de mis pensamientos con su voz. Formulándolos en voz alta y en tono de reflexión para él. Y prometió quedarse a mi lado en la lucha... ¿Por qué sentía calambres cuando me miraba a los ojos? Esos ojos negros, enmarcados en ojeras... le harían falta a esos ojos más alegría, más vida.

Pero entonces salió otra vez el super detective y ahí casi me dan ganas de saltar de la torre, de pura desesperación y rabia.*

-Créeme cuando te digo que por tu bien es mejor que no te involucres demasiado. No quiero que te pase nada, pero la ignorancia a veces es un seguro de vida. Y este es el caso.

*No entiendo como después de tantos años ella se atreviera a decirme eso* pensé mientras alzaba mi ceja *al parecer no recuerda bien quien era el que la defendía de jóvenes*, le dedique una mirada fulminante- Tory, sabes bien lo que acabas de decir verdad?- comente algo enojado- esta bien no me digas nada- era extraño en mi sentirme de esa forma, enojado con rabia y desilusionado, muchos sentimientos juntos, mas de los que podía manejar en ese momento.- No tengo miedo, le escape a la muerte, ya varias veces- dije en un tono alto pero no violento- si Kira no pudo con migo, siendo un asesino a sangre fría y con la facilidad de no tener que arriesgarse en sus actos de maldad- dije mas que confiado en mis habilidades- unos colegiales con complejo de mago tenebroso no podrán con migo.

Me di vuelta para seguir caminado, pero antes de cruzar el umbral que me llevaría dentro del castillo, un ruido familiar llego a mis oídos, era Akela que volvía del ministerio, al parecer con una carta, al llegar a donde nos encontrábamos, dejo caer la carta para que la pudiera agarrar con mi mano, esta siguió rumbo para luego posarse sobre el brazo de Tory, al parecer fue en busca de unos mimos ya que hacia tiempo no la veía.

*Santo Merlín ¡¡Quiere que lo maten!! Elle va buscando la muerte como quien va por ahí buscando el amor o la aceptación social. Cree que con eso conseguirá algo ¿Qué quiere conseguir? ¿Gloria? La gloria no sirve de nada si te cuesta la vida. Me hablaba furioso, y me miraba como decepcionado. Y yo solo podía pensar que estaba realmente mal si lo que quería era buscar la muerte de esa manera.

-No sabes lo que estás diciendo.

*Dije con voz seria. Y creo que por un momento se me vio torturada, asustada, y también con rabia.*

-Estos no son unos brujitos cualquiera. Estos son la verdadera esencia de la magia negra. La llevan practicando practicamente desde que han nacido. No dudo de tus capacidades, pero estoy comenzando a pensar que quieres que te maten. ¡¡Yo estuve allí el año pasado cuando entraron a sangre y fuego en la excursión a Hosmeague!! Yo vi como mataban a dos estudiantes después de Horas torturándolos. Lo viví, lo viví en carne propia. Ellos no son unos brujos mediocres, son buenos, son excepcionales. Y para rematar la faena, no se trata de uno solo, como tu Kira, si no de varios. De un grupo que se está preparando para tomar Hogwatrs y si me apuras el mundo. ¡¡Perdóname si quiero protegerte, pero me parece que no sabes lo que dices cuando hablas de ellos!! Maldita sea, hablas como si buscases morir. ¿No te entra en la cabeza que quiero protegerte?

*Respira Tory respira. Pero me duele tanto que va flechado a las garras de Albus creyendo dios sabe que... por el rabillo del ojo vi una lechuza. ¿¡Akela!! Hacía tiempo que no le veía. Se posó en mi hombro, y comencé a acariciarle con cuidados las plumas.*

-Hola viejo amigo.

*Susurré para él. Tal vez podía hablar con él con mi poder y convencerle de que tenga siempre un ojo en Elle, porque él necesita un guardaespaldas. Lo estoy viendo. Pero por ahora solo podía acariciar a la lechuza y pensar que hacer para que no le maten*

Podía oír claramente que Tory estaba cabreada, su vos furiosa ingresaba por mis oídos, como el grito de una sirena enfadada. Luego de escuchar cada una de sus palabras, de una forma respetuosa, me guarde mi respuesta para abrir la carta que Akela me había traído, esta carta tenia el sello del ministerio, por lo que era obvio que Percy la enviaba, el ministro de la magia, me tenia entre sus, predilectos a la hora de resolver crímenes, por lo que me informaba algunas cosas que debía de saber y me comentaba que, a partir de esa fecha Hogsmade, seria custodiada por los Aurores y que si necesitaba de ellos, estarían a mi disposición.

-Sabes una cosa Tory- comente mas serio que nunca- esperaba que tu me apoyaras en esto como amiga pero veo que sigo estando solo- el sentimiento de rabia no era común en mi y de seguro me estaba haciendo decir tonterías, algo que no era nada común en mi, pero ella me generaba esas reacciones.- en esta carta tengo la aprobación final del ministerio, para comenzar mi investigación en Hogsmade, no te das cuenta que mientras tu quieres luchar junto a tus compañeros de aula yo estoy trabajando para el ministerio con los mejores Aurores a mi disposición?- esta ves si era el detective seguro de si mismo- sigue jugando a la guerra, tengo trabajo que hacer.- dicho eso me encamine nuevamente para irme- Akela cuando termines ven a mi cuarto tenemos trabajo que hacer- dije mientras me despedía de Tory extendiendo mi mano y le daba la espalda.

-Perdona, sigo siendo tu amiga, pero no puedo apoyarte en algo que puede desembocar en tu muerte. No puedo dejarte ir a la buena de Merlín como un cordero al matadero. No puedo. Me importas demasiado para eso. Te puedo ofrecer que vengas con el ED, Te garantizo que estamos preprarados, y entrenando para poder paliar esas artes oscuras. Pero no esperes que me quede sentada viendo como vas directo a las fauces del lobo.

*Estaba temblando. No podía dejarle hacer eso. No podía. Era mi amigo, y sólo el pensamiento de perderle a manos de los mortífagos me hacía hervir la sangre. Si le cogían le harían las mil barrabasadas. Y no podía dejarle solo ante eso. No podía. Me importa demasiado. Sabía que el Ministerio estaba detrás, lo sabía desde que él había aparecido por Hogwatrs. Joder como odiaba al Ministro. Iba a sacrificar a mi amigo. ¡Todo por no querer dar la cara y decir que hay problemas! Y si saliese a la luz que su sobrino es el nuevo señor oscuro, se callaría. No lo creería y Albus ya sabría que fue mi Elle quien le delató y lo mataría. No podía dejar que eso pasase. Sentía unas ganas inmensas de llorar ante la sola idea de perderle. Le vi alejarse y mandando todo a hacer puñetas corrí hacia él y lo abracé fuerte. Sentía como un líquido cálido bajaba por mis mejillas.*

-Por favor entiéndeme... no quiero perderte.

*Podía notar como los ojos de Akela estaban fijados en mi. Si, debe llamarle la atención, no soy de llorar, pero ahora estaba horrorizada y asustada ante la idea de quedarme sin él. Tanto que me salían las lágrimas a borbotones.*

Mientras me alejaba sentí como ella me abrazo, acción que detuvo mi marcha al interior del castillo.- No hay forma de que me pierdas- dije respondiendo a lo que ella me había dicho- pronto me gire, para estar frente a ella y con mi dedo limpiar sus lagrimas- no llores no me vas a perder- sentía como dentro mío una sensación nueva se apoderaba, eso era lo que llamaban cariño?- no hay forma de que alguien pueda matarme, sabes bien que soy el mejor en lo que a mi oficio respecta, no dejare que nada me pase y a ti tampoco.

Por unos momentos solo podía mirarla, sentí algo que nunca me había pasado, no solo en presencia de ella, con nadie, nunca había sentido ese extraño movimiento dentro de mi estomago, y un extraño escalofrío se apoderaba de mi piel, algo parecido al nerviosismo, pero yo nunca me había sentido nervioso, por lo que no era algo que pudiera asegurar. Si podía sentirme algo incomodo por el hecho de que estábamos mas cerca que nunca y era algo que no solía hacer con nadie, si bien con Tory era diferente, no solía dejar que la gente se acercara tanto a mi. No podía dejar de mirar sus ojos, estos brillaban por culpa de las lagrimas acumuladas en ellos, en verdad le importaba tanto, para que llorara por mi, aquí pasaba algo mas. Ella me estaba ocultando información muy valiosa, eso era un hecho. No quería pensarlo, pero en ese momento no pude evitar sentir que ella estaba implicada en el asunto de los crímenes de Hogsmade, pero no quería pensar mas en eso, en verdad me importaba lo suficiente, como para renunciar a mi investigación, “si quería resolver el misterio”, pero no podía enviar a mi única amiga a Azkaban.

*Él intentaba tranquilizarme, diciendo que no había nada que le pudiera quitar del juego. Pero ambos sabemos que él no es inmortal. Cualquier día, algún caso puede complicarse demasiado y desembocar en su muerte. Y no se por qué pero presiento que este puede ser el caso.

¿Qué narices me pasa? Yo no soy de llorar. Yo soy la fuerte, la que mantiene unida a la pandilla y es la psicóloga de James, que anda aterrado sabiendo que tendrá que enfrentar a muerte al hermano. No soy de llorar, no soy de hundirme y de sentir pánico. Pero la idea de quedarme sin Elle me producía más terror que quedarme sola encerrada con serpientes. Diablos, acababa de darme cuenta de que no me había quitado un rasgo de mi infancia: Él era mi talón de Aquiles. Mi debilidad. Sentir sus dedos quitándome las lágrimas mandaba como descargas eléctricas por mi cuerpo. Y mi corazón ya iba a galope tendido. No... por favor no. No puedo estar enamorada de él.... pero lo estoy. Ya no lo podía negar a mi misma. Lo estaba. Y Merlín, ¿Qué hago? Una guerra está gestándose en estos muros. En estos muros que también le albergan a él. Ya solo falta que acabe haciendo alguna gilipollez y viendo como la guerra se lo lleva por delante. A mi padre le pasó eso. Y el destino es demasiado cruel. Bien puede repetir la misma historia otra vez.

Desearía quedarme aquí con él para siempre. Parar el tiempo. Y mantenerle así a salvo. Pero él es demasiado noble como para retroceder, tiene complejo de héroe. Sigue siendo mi héroe. Como lo ha sido desde que le conocí... Me sentía atraída fuertemente hacia él en aquel momento. Quería... quería besarlo. ¿Pero eso como sería? Yo nunca he besado a nadie. ¿Y si lo hago mal? Pero luego pensé que si no lo hago me quedaría siempre con el dolor de no haberlo hecho. Así que cedí a ese impulso, estábamos ya cerca, solo tuve que aproximar mi cabeza un poco más y rozar sus labios con los míos. Sentir esos labios era como ir al cielo. No sabía si lo hacía bien o mal. Pero lo que quería es que él notase todo ese cariño y todo ese amor que tengo por él. Ese sentimiento que me impide dejarle morir y que va a hacer que haga las mil y una burradas con tal de mantenerle con vida.*

Un beso. Que es un beso?, una sensación que jamás había sentido hasta ese momento. Un beso es mas profundo que solo el contacto entre labios, de eso podía darme cuenta en ese momento, la sensación que surgió dentro de mi en ese momento, fue la que me hizo dejarme llevar por la acción de Tory, en aquel momento solo tome sus cintura y mientras nuestros labios se fundían entre si, disfrute del momento.

Jamás había besado a nadie, pero tenía que admitir que era una sensación hermosa, además de que me estaba besando con Tory. No podía negar que luego de esa tarde todo cambiaria en mi, si bien no podía descuidar la investigación, en ese beso estaba aceptando lo que me negué muchas veces en mi mente, estaba admitiendo que Tory en verdad me gusta y que mis sentimientos hacia ella son mas que los de un amigo.

Por un momento creí entender a lo que se refería el sobrero seleccionador, la mayor parte de mi vida, la había pasado estudiando, trabajando y sin pensar en mi felicidad, día a día intentaba superarme, para demostrar yo era el mejor en lo que hacia. Pero esta ves, solo por un momento, me estaba sintiendo como un adolescente de 17 años de edad, me sentía vivo por primera ves en mi vida. Ese instante fue eterno, pero al momento del fin, no quería separarme de ella, algo en mi estaba cambiando. Al momento de separarnos, algo paso en mí, por unos momentos, como si fuera el flash de una cámara muggle, los asesinatos de Kira vinieron a mi cabeza, fue entonces cuando comprendí, que lo que acababa de vivir con Tory, era solo una ilusión, ya que si alguien sabia sobre mis sentimientos hacia elle, su vida correría gran peligro.

-Esto no esta bien Tory- dije una ves que nuestros labios se habían separado y nuevamente nos mirábamos- no esta nada bien, en verdad quiero que estés a salvo- dicho eso me separe de ella, luego de colocarme en donde mejor se veía el paisaje para pensar.

*No me había apartado. Me había correspondido. ¡¡Me había correspondido!! Al sentir sus manos en mi cintura y nuestros labios moverse al compás era como ir al cielo. No había guerra. Ni miedos. No había nada que pudiera vencernos en aquel momento. Era el momento más mágico de todos los que había vivido. Y eso que había vivido con conocimiento de la magia desde bien pequeña. Pero este tipo de magia es diferente. Esta magia es del tipo que te da un razón para vivir y pelear. Esa razón que estuve buscando durante tanto tiempo. Y ahora la tenía. Por primera vez en mi vida, era amada. Amada no el sentido de una hija adoptada, si no algo mucho más especial y repito, mágico. Era amada por el que había sido mi primer y mejor amigo. Por la persona por la que me dejaría la vida. Por la persona a la que iba a defender hasta las últimas consecuencias. Dijera James lo que dijese. Elle era mi corazón.

Cuando nos separamos habían cambiado muchas cosas en mi. Acababan de desaparecer las dudas amargas de si valía la pena o no seguir viviendo. Si valía la pena luchas tanto para sobrevivir a los ataques mortífagos. Al fin y al cabo, yo he sido siempre la paria. La que se deja la piel y luego es negada. Pero ya no. Ya no porque por primera vez, sentía que había llegado a casa. Ahora había que luchar por esa razón que la vida me daba.*

-¿A salvo? Eso es relativo. El infierno puede ser un lugar físicamente seguro pero peligroso emocionalmente. No me he sentido más segura en vida que ahora... y por esa seguridad es por lo que me atrevo a decírtelo. Te quiero. Te quiero. Te quiero y voy a pelear con todas mis fuerzas para que esto funcione. ¿Qué hay de malo en admitirlo? Eres la persona más importante porque nunca me has juzgado y siempre me has hecho sentir segura y bien. Eso no tiene por qué cambiar nada.

Entendía las razones de Tory, pero en verdad valía la pena arriesgar todo lo que uno consideraba importante, por impulsos carnales como los que acaba de sentir?. Al parecer Tory, si sabia lo que quería, no paro de decirme que me quiere y esta claro que ya no es aquel cariño entre dos personas que son amigos, a mi también me pasaba lo mismo, sentía que sin ella todo lo otro se apagaba y que nada tiene sentido, una sensación que conocía bien ya desde hacia 7 años y mas, teniendo en cuenta que solo cuando estaba sin ella me sentía de esa forma.

-Sabes Tory, no se que es lo que la vida nos depare a partir de ahora, pero se que es bueno tenerte a mi lado- luego de confesarle eso, solo me detuve a admirar el paisaje, pero al percatar que Tory se había acercado a mi, la abrase posando mi mano en su hombro derecho, de esa forma juntos podíamos admirar el paisaje, a veces los momentos solían ser perfectos, solo por ser, un momento, ese momento donde nada importa y importa todo al mismo tiempo, esos momentos donde la mayor tranquilidad, era portadora de la tempestad. Pero solo estando con Tory podía disfrutarlo, ya que los pequeños momentos de la vida, son preciosos si se disfrutan con el ser amado.

La verdad insultaría a mi inteligencia si no te diera una oportunidad- dije a Tory lo mas sincero que pude- pero debemos de mantenerlo en secreto, no es seguro, que la gente conozca mis sentimientos hacia ti o los tuyos hacia mi persona, seria muy peligroso en verdad, si alguno de mi enemigos se enterarse.- dicho eso solo me dedique a seguir disfrutando del momento, deje escapar unas palabras, mas para mi que para Tory, por lo que parecieron solo un susurro- el sobrero tenia razón- esas palabras estaban acompañadas de un sentimiento único, algo que nunca había sentido, además de estar disfrutando, si tenia que encuadrarlo en una sola palabra, de seguro esa seria juventud.

*Había estado conteniendo la respiración esperando su reacción. Que era bueno tenerme a su lado. Ahí siempre me vas a tener, aunque no quieras saber nada de mí, Elle. Luego se puso a observar el paisaje, con su mano en mi hombro y yo apoyada en él. Mirando ambos aquel instante de quietud. La calma que precede a la tormenta... y que tormenta va a ser, por eso hay que aprovechar mientras se pueda. Porque no se sabe que pasará mañana.

Me salió una sonrisa con aquel comentario de "insultaría a mi inteligencia". Si hasta el egocentrismo a Elle le sienta bien, le hace casi achuchable. Menos mal que no hay nadie escuchando mis pensamientos, porque se pondrían a vomitar o a reírse al verme en modo romántico. Habló de mantenerlo en secreto, no fuera a ser que los enemigos se enterasen.*

-Si, eso sería conveniente... a mi me importa poco estar en las sombras. Lo importante es estar...

*Si, así era yo. No quería el papel protagonista. Pero quería estar donde se me necesitaba. La cosa es estar, el cómo es algo irrevante en estos casos. Claro que habrá gente que me tachará de lunática porque pensarán que me dejo mangonear... ¡¡¡que les jodan a esos!!! Respiraba con tranquilidad, estando segura. En paz. Él murmuró algo de que el Sombrero tenía razón. Eso me daba curiosidad.*

-Te preguntaría que qué te dijo, pero ahora, si te parece vamos a desconectar un poco ¿vale? Nosotros también lo necesitamos.

Si poco a poco el viento intenso atraía a unas nubes de tormenta. En otoño era común, la lluvia repentina no se hacia esperar, por lo que no paso mucho hasta que las primeras gotas comenzaron a mojar mi rostro, no me molestaba en lo mas mínimo, si no lo contrario, la sensación del frío en mi rostro y los golpes de las gotas me hacían sentir vivo.
Pude advertir que lo que se venia en verdad era una tormenta helada, ya que pronto vi como comenzaba a caer las piedras, de hielo desde el cielo, este granizo, era grande, por lo que me gire y me puse frente a Tory, cubriendo la con mi tunica para que las piedras no la golpearan,- Creo que debemos entrar- comente mien mientras disimulaba el dolor que me producía recibir piedrazos helados en mi espalda. Por lo que comencé a caminar, casi obligando a que ella me acompañe en pasos, en ese momento mis manos en sus hombros, en un movimiento suave giraron a Soteria, para luego abrazarla por la espalda y caminar con ella por el pasillo.

En verdad no sabia bien que era lo que me estaba pasando, durante años rechace todo lo relacionado con el afecto, todo lo que tenga que ver con el amor, en parte, era algo de despecho? Ya que si era frío antes de conocer a Tory, luego de perderla, me convertí en un témpano. No quería que eso vuelva a suceder, en verdad me sentía cómodo junto a ella, pero la duda, aun seguía en mi. Ella sabia mas que yo de lo que estaba pasando en Hogwarts, pero en este momento solo me importaba su seguridad, por lo que yo aria mi trabajo por mi cuenta, mientras tanto disfrutaría de ella.

-Vamos, te acompañare hasta la séptima plata- comente casi en susurro en el oído de ella y mientras dejaba de abrazarla para caminar a su lado, recordé que había leído algo sobre un baile- sabes eso del baile?- comente dándole poca importancia y buscando un tema de conversación.- Bueno creo que no estaría mal ingresar con tigo, al el- comente sabiendo que era una buena oportunidad de analizar el comportamiento de todos los alumnos, estando estos reunidos, en el mismo lugar- eso si no tienes con quien ir aun, en verdad no hace falta que vengas con migo si no quieres- dije algo inseguro, algo que no era nada normal en mi- solo que bueno, como nos conocemos hace ya mucho tiempo y teniendo en cuenta que no me llevo con nadie de Ravenclaw, seria una buena oportunidad para pasar algo de tiempo juntos.

Dicho eso guarde silencio, esperando la respuesta de Toy, en verdad, no sabia si aceptaría, luego de que quedáramos que estaría bien mantener esto en secreto, no era tan impulsivo, nunca lo había sido y en verdad sentía que en mi, eso era un arma de doble filo.

*Y como si fuese alguna metáfora justo ahora estalla la tormenta. Elle usó la capa de paraguas para ambos y no se quitó de mi lado hasta que entramos en la sala de la escalinata de acceso a la torre. ¿Merlín, que me sucede? Cuando sus manos me abrazan y noto que el camina pegado a mí me siento diferente. Me siento poderosa. Invencible. Feliz como nunca. Pero también me entra el miedo a perderle. No, no voy a dejar que nadie le toque un solo cabello, antes tendrán que pasar por encima de mi cadáver.

Mierda Elle ¿Por qué tienes esa voz tan malditamente atrayente? Haces que quiera cometer la locura de largarlo todo y ponerte en peligro. No, no es solo la voz.... es él en si lo que me atrae. Noté como pequeños escalofríos me subían por la espina dorsal. Merlín, que la he cagado. Que si me he enamorado. Pero no de la forma normal, si no de la otra, de la que llevó a mi padre a jugarse la vida por Lily y por el hijo de esta. Sabiendo esto... entendiendo esto, me costaba odiarle por abandonarme a mi suerte con mi madre. *

-Al baile...

*Susurré lentamente procesando la información. Él, pidiéndome ir al baile juntos. Y luego inseguro. Manda narices. Jamás le he visto inseguro. Pero si dan ganas de abrazarle ahora y no soltarle nunca. Sonreí con sinceridad, una sonrisa que pocas veces me sale. Y le di la respuesta emocionada*

-Será un placer y un honor ir contigo.

*Al final va a ser verdad que hay milagros. Y que se producen aquí también, en Hogwatrs... ¿que por qué se producen? Yo creo que esto es magia. ¿Pero por qué ahora y no antes? ¿Será eso del 2012? El mundo está loco. Pero vamos a aprovechar ahora que parece que van las cosas bien para que cuando llegue el momento de rendir cuentas al viejo Caronte pueda decir, fui feliz. Magia... magia como te adoro. Una voz airada se cargó el momento. La reconozco... mi padre adoptivo y seguido por el gili de Lupin. Me llamaban...*

-Espero verte muy pronto....

*Dije aún con la sonrisa en los labios antes de darle un beso en la mejilla y salir disparada, no vaya a ser que esos dos me pesquen y se lie parda. Mientras me iba solo podía pensar en una cosa: En el chico de cabellos azabache y lindos ojos negros enmarcados en ojeras que había dejado atrás y que muy pronto, iba a ir con él a un baile. Por primera vez, Halloween sería un buen día.*