sera acaso...? (Albus)

Un domingo por la tarde, como cualquier otro; todos los pasillos y aulas de la escuela se encontraban vacías, todos los estudiantes estaba en los jardines o en el lago y unos cuantos otros estaban en el campo de quiditch, pero claro que ese no era el caso de Jez, ella como todos los días se quedaba dentro del castillo, merodeando por ahí intentando encontrar cosas nuevas o algo interesante, o tal vez algún lugar nuevo y escondido que pudiera tomar como "suyo".

Este fin de semana ya había recorrido los primeros dos pisos, viendo todo detalladamente a ver si es que llegaba a encontrarse con algo nuevo, pero fue completamente nulo todo. Hoy iba a ir a las mazmorras, un lugar que no le gustaba ni un poquito, era todo muy húmedo y obscuro, solo y aterrorisante, un lugar perfecto para encontrar un lugar vacío.
Bajó las escaleras que parecía que querían que ella se cayera ya que estaban resbalosas y el equilibrio de Lizz era algo completamente nulo, por eso no le gustaba jugar quiditch ni ninguna clase de deportes en la que tuviera que correr porque siempre terminaba lastimada de alguna u otra forma.

Al principio no había nada nuevo, era mismo de siempre, estaba el aula de pociones el despacho del director de la casa de las serpientes y varias armaduras formadas a los costados de los pasillos con antorchas colgando sobre su cabeza. Lizz llegó al final, o bueno no al final si no hasta el lugar en el que no se atrevía a ir más adelante ya que todo era mucho más obscuro, los muros algo más cerrados. Pero esta vez la chica tomo mucho aire y con pasos dudosos que intentaba que fueran firmes siguió, intentando distinguir que había en el lugar, lo cual costaba algo de trabajo ya que había muy poca luz.

Despues de unos cuantos metros alcanzó a distinguir una puerta que nunca había visto, se acercó a ella y la abrió; estaba asustada, no podía negarlo. El aula estaba un poco más iluminada que el pasillo, era no muy grande y tenía unas pocas butacas en ella, perfecto, aquí es pensó; este parecía ser el lugar perfecto para venir y que nadie la molestara. Entró aun más a el salón y reprimio un pequeño grito al darse cuenta de que no estaba sola, ahí había un chico, no sabía quien era no podía verle la cara y su figura apenas y se distinguía.
- disculpa - dijo al extraño - no quería molestar mejor me voy - empezó a acercarse a la puerta.

Era Domingo, tres de la tarde, y todos los perezosos de mis compañeros, o la gran mayoría, se encontraban durmiendo. Yo ya llevaba mas de una hora dando vueltas sin saber que poder hacer para distraerme.
En un principio la sala fue un buen lugar para poder entretenerme. Scorpius me comento sobre algunas cosas, hablamos de Quidditch, pero termino marchándose, ya que tenia algunos planes.
Mas tarde Lyra se me acerco, pero como siempre no cruzamos mas que dos palabras. Aveces parecíamos ser dos grandes amigos y otras tantas mis ganas de matarla eran inmensas.
Me levante del sillón con la intención de desperezarme un poco. No estaba muy acostumbrado a pasar mucho tiempo encerrado o solo, pero en un día como este qué mas se podía esperar.
Salí para caminar un poco por las mazmorras y entre al salón que acostumbraba a visitar cada vez que los chicos organizaban fiestas o ese tipo de cosas. Me acerque a la vieja y polvorienta estantería y tome un libro. No tenia muchas ganas de leer, pero tal vez encontraba algo interesante.
Pude sentir como la puerta se abría y unos pasos se asomaban. Me voltee para ver quien era y sonreí automáticamente.
-Jezz- Mencione casi atontado. Me sorprendía verla aquí, ¿En las mazmorras?. Fruncí el ceño y guarde el libro en su lugar para acercarme a ella. La tome de la mano y la invite a que se sentara en una de las butacas y yo me senté a su lado.
-¿Que haces por aquí, bonita?- Le pregunte curioso y le di un beso en la mejilla.
Si no hubiera sido yo el que estaba allí dentro, tal vez, Jezz no hubiera pasado un buen rato, después de todo... quién se ofrece un día como este a ser presa tan fácil. Solo alguien que no tenia ni idea a que se podía enfrentar. Ladee mi cabeza y la observe tan detalladamente, como solía hacer siempre. Realmente era la persona que nunca faltaba en mis sueños y quien era capaz de despertar lo peor de mi, pero bueno, las cosas no se daban como yo quería y eso podía cambiar mi animo de estado a su antojo. Pero era un problema mio y sabia que ella no era culpable de nada.

La pequeña tejoncita ya se empezaba a retirar cuando escucho la voz de la persona que estaba dentro; era Albus, su mejor amigo y la persona por quien tal vez sentía algo aunque ella lo negara rotundamente, pero así era Lizz, no demostraría nunca su amor hacia alguien. no era algo que ella hiciera, además de que le daba miedo enamorarse.

-Albus - sonrío al decir su nombre, era algo que simplemente no podía evitar, el estar con él siempre hacía que una sonrisa apareciera en su rostro y que no dejara su lugar en ningún momento, eso era algo que solamente lograban dos personas, dos personas que ella odiaba porque de alguna manera la hacían quererlos.

- pues... estem... - no sabía si decirle lo que realmente estaba haciendo por las mazmorras, era algo tonto ya se lo habían dicho antes, además de que la creería como una ermitaña, aunque la verdad si lo era de cierta forma; siempre le gustaba estar sola, no había problema con ella si todos iban a alguna fiesta y ella no era invitada, le gustaba su espacio y mucho -¿vine a buscarte? - si definitivamente no sabía mentir era simplemente algo que a ella no se le daba.

Volvió a entrar en la habitación, ya no sentía miedo, era algo que nunca podría tener con Albus a su lado. Esta vez pudo recorrer por completo el lugar, y se quedo viendo la estantería de libros polvorientos que tenía, no eran muchos, pero los títulos por lo menos era buenos, tomo uno para hojearlo y miro a Al - ¿tú que haces aquí?- sorió de lado - no, no, ya sé, de seguro sabías que te estaba buscando e intentaste esconderte - rió divertida, una de las cosas que más le gustaba de estar con Al es que por alguna extraña razón decía cosas sin sentido - bueno no es tan fácil librarse de mi- sonrió de nuevo y se sentó en la mesa que estaba más cerca de ella.

Jezz me hacia acordar mucho a mi niñez vivida con Rose. Ambas eran las únicas que lograban, tal vez, despertar mi lado mas Potter, con eso quería decir que olvidaba mi lado Slytherin y solo me dedicaba en pasar un buen momento con la mejor compañía. Ademas, no podía negar que la Hufflepuff me encantaba, no sabia cómo, por qué o cuándo se habían dado las cosas, pero así era y sabia que haría todo lo posible por solo ver su linda sonrisa en su rostro.
La seguí con la mirada mientras recorría el salón para terminar hojeando unos libros. Sus movimientos, gestos o palabras simplemente me dejaban fascinado. Negué sonriendo ante mis pensamientos, ya que parecía un tonto enamorado.
Rei ante sus comentarios. Jamas me escondería de ella, ya que la pasaba demasiado bien a su lado.
-¿Así que me buscabas?- Inquirí con una pequeña sonrisa mientras acercaba una silla cerca de donde ella se había sentado para estar mas cerca suyo.
-¿A caso tengo un rastreador?- Agregue riendo levemente. Sabia que su curiosidad la había traído hasta aquí por lo que no me hacia falsas ilusiones.
-Yo, en realidad, estoy aquí porque no tenia ni idea a donde ir- Le conté e observe el libro que tenia en manos. -Es muy bueno. Puedes llevarlo y cuando lo termines me lo alcanzas para así dejarlo en su sitio- Le comente. Éstos libros eran los que todos los Slytherin`s íbamos trayendo con el fin de hacernos una especie de biblioteca propia, pero como era de esperarse muy pocos disfrutaban de la lectura.
-¿Sabes? Pensé en irte a buscar, pero tu eres la que siempre se esconde de mi- Le comente fingiendo cierta tristeza. Se me hacia imposible poder hallarla sin problemas, a pesar de conocerla bastante era alguien muy escurridiza.

La Hufflepuff simplemente no podía dejar de mirar a la serpiente, que ironía, lo único en este mundo que le aterraba eran las serpientes y ahora no podía dejar de ver una, aunque claro que Albus no era en si una serpiente... Albus, Albus, Albus, le gustaba pensar en él, de hecho ya había soñado alguna vez que los dos estaban juntos, aunque claro que todos esos sueños terminaron siendo pesadillas ¿porque? bueno simple, todo lo que fuera amor para ella terminaba en tragedia; desde pequeña se hizo a la idea de que el amor no sirve más que para hacer sufrir a la gente, si tienes novio y cortan sufres, si siguen y se casan y despues se divorcian sufres, si siguen y uno se muere sufres, la unica manera de no sufrir es que mueran juntos, pero eso es algo dificil...

- Sí, te buscaba... - le dedicó una sonrisa cuando se sentó cerca de ella - pero si por supuesto que tienes un rastreador, si no cómo esperas que te encuentre? - rió, le era muy fácil hacerlo cuando estaba con él y lo detestaba, no porque no le gustara, si no porque cada una de esas sonrisas que él hacia que aparecieran en su rostro ya fuera por un comentario de él o por algo que haya dicho ella por su culpa, sabía que estaba cada vez un poco más cerca de terminar enamorada de él, eso era algo que ella no podía permitirse de ninguna manera, no hasta que... hasta que nada en realidad, ella simlemente no quería terminar sufriendo por algo como amor...

Miró el libro que tenía en las manos, era un libro realmente grande, parecía de esos que habían sido publicados cuando los abuelos de sus padres iban a la escuela - gracias, aunque me da miedo romperlo, ya esta muy viejo y siento que si le doy la vuelta a ottra pagina se va a romper - cerro el libro y se lo puso sobre las piernas - pero podría venir aquí a leerlo y si le pasa algo te voy a echar la culpa a ti - le saque la lengua y sonreí.

No sabía como lograba que con cada cosa que dijera el color de sus mejillas se encendiera un poco más; y bueno con el comentario que hizo sus mejillas alcanzaron un tono casi rubí - yo no me escondo de ti - le reclamó - yo tenía el mismo problema contigo hasta que instale el rastreador, eso es lo que te hace falta para encontrarme - sonreí abiertamente.

Observe todo mi cuerpo fingiendo estar buscando el rastreador. La mire y extendí mis brazos en señal a que no tenia nada.
La escucha cuando me hablo sobre el libro. Por parte tenia razón, ya que a simple vista se podía notar que mucho tiempo no le quedaba a aquello, pero sorprendentemente los libros siempre se las ingeniaban para resistir década tras década.
Reí cuando menciono aquello de echarme la culpa. -¿Serias capaz de hacer eso?- Le pregunte fingiendo estar triste. No me imaginaba a Lizz rondar seguido por aquí, a pesar de que la idea de tenerla cerca me encantaba.
Reí fascinado al poder ver ese hermoso color en sus mejillas. Me encantaba, realmente me sentía todo un tonto por estar pasando por todo esto.. pero qué mas daba.
-Entonces te pondré un rastreador-Sonreí y acaricie su mejilla. -¡Ups! No te hubiese dicho nada así te sorprendía cada vez que te encontraba- Hice una mueca pensativa y reí.
No podía evitar ser completamente distinto cuando estaba con ella. Mantener un perfil bajo me contaba mucho, sobre todo fingir la gran parte del tiempo, pero con ella todo era completamente diferente. Era la única que despertaba un interés único... pero a la vez todo se hacia confuso. No debía caer ante ella, pero cómo no hacerlo... era ella quien se la pasaba en todo momento en mi cabeza.
-¿Sabes? Sospecho que deseas ser una Slytherin y por eso te gusta la idea de rondar por aquí- Bromee y me levante. Me acerque a la estantería de libros y tome el primer libro que había traído hacia varios años atrás.
Se trataba sobre los misterios de la vida, sobre como todo podía dar un giro inesperadamente... En fin, sobre muchas cosas "bonitas" de la vida y también sobre los seres oscuros, como yo, que rondaban intentando ocultar su vida mediocre.
-Te recomiendo éste- Se lo extendí y volví a tomar asiento. La portaba estaba borroneada por lo que era casi nada lo que se podía leer, pero las hojas aun se mantenían en buen estado.

La chica no pudo evitar soltar una carcajada al ver como Albus se inspeccionaba para encontrar el rastreador que supuestamente había puesto en él, era realmente gracioso. – no, no, no lo vas a encontrar nunca…- la huffy se levantó y camino hacia él – lo escondí en un lugar en el que estoy segura que nunca lo vas a encontrar – le dio un pequeño toquesito en la nariz y le sonrio se dio la vuelta y regreso al lugar en el que estaba sentada.

Ella sabía que era privilegiada al tener a Albus como amigo, o bueno no no como amigo, Albus era mucho más que eso, era un compañero y un perfecto baúl cerrado en el que podía guardar todos sus secretos, o bueno casi todos. Sabía que él solía ser más frio con todos, pero por alguna extraña y mágica razón con ella era diferente ¿Por qué? Quien sabe, lo único que sabía era que le parecía una bendición que fuera así.
-Por supuesto que sería capas de echarte la culpa – mintió, claro que no sería capas de hacer algo como eso, mucho menos a alguien que aprecia tanto como a la serpiente.

No entendió muy bien porque Al estaba riendo, seguramente porque se veía ridícula con las mejillas rojas así que mejor se dio la vuelta para que no la viera así mientras se ponía un poquito más roja, como le chocaba avergonzarse tan fácil, pero bueno como no hacerlo con Al viéndola de esa manera todo el tiempo, con esos ojos azules tan cautivadores y su sonrisa…. Esto estaba mal, no podía permitirse pensar así de profundo en alguien.

Al escucharlo la tejona aun de espaldas sacudió la cabeza diciendo que no – no creo que logres, como ya lo dijiste se esconderme muy bien, ni con un rastreador de punta sabrías donde encontrarme – sonrió aun de espaldas al chico al escucharlo – si ´¿ves? Ya tuviste otro error, como se que intentaras ponerme un rastreador voy a estar siempre alerta de lo que pasa a mi alrededor para que ni intentes decirle a alguien que me lo ponga…. – su sonrisa se ampliaba cada vez más por el simple hecho de estar con él, era tan diferente a todos los chicos y cuando estaba con él se le olvidaba absolutamente todo lo demás.

La serpientita se giró al escuchar lo de ser una alumna de Slytherin, no le agradaba nada la idea y no porque la gente le molestara como al resto de la escuela, eso la tenía sin cuidado, lo único era que no podía imaginarse a ella en un lugar donde su escudo fuera un serpiente – te equivocas querido, yo ni por error sería una Slytherin y hay dos simples razones… una no soy sangre pura – eso era algo que él no sabía y en verdad esperaba que no fuera un “clásico” Slytherin que elegía con quien si y con quien no estar según su tipo de sangre – y dos porque las serpientes no son mi fuerte…de hecho es lo único que realmente me asusta en este mundo – medio sonreí, solo esperaba que no se hubiera sentido mal Albus con su primer comentario porque había sido algo rudo.

Miró el libro que Potter le estaba ofreciendo, estaba una de dos, o muy viejo o muy maltratado (por lo menos por fuera) no se podía distinguir la portada ni el titulo pero seguramente era bueno, tenía que serlo si él se lo había dado – ¿de que trata? – e trapreguntó mientras se acercaba más al libro para intentar descifrar el título.

Reí negando cuando confirmo sobre echarme la culpa. Ese no era el estilo de Lizz, mas bien el mio, pero estaba mas que obvio que jamas la metería en problemas.
La oí atento cuando me dijo lo del rastreador. Realmente necesitaba ponerle uno, ya que siempre se me complicaba ubicarla con rapidez, pero aquel "juego", tal vez, era un poco entretenido. En si, era a la única que seguía como perrito faldero, como muchos podrían decir, pero era que me agradaba mucho estar con ella, aun que en si no creo haber llegado hasta ese punto como para que puedan llamarme así.
Sonreí ampliamente cuando se negó rotundamente a hacer una Slytherin. Tenia buena justificación para no ser una, pero... -Te verías mucho mas sexy si fueras una Slytherin- Sonrei. Lo dicho tenia como fin hacerla sonrojar mucho mas de lo que estaba, simplemente me encantaba verla así.
Me encogí de hombros cuando me pregunto de qué trataba el libro. A mi nunca me habia gustado que me contaron sobre algo, ya que veía mas interesante tener que enterarme por mi cuenta de las cosas. -Léelo y sabrás- Le respondí sonriendo.
Me levante y camine hacia la puerta de entrara. Comprobé que aun todo seguía tan desierto como rato antes. Volví a cerrar la puerta y me acerque a un viejo armario que estaba cubierto con una manta verde. Abrí las puertas y saque un artefacto que demostraba estar en excelentes condiciones.
-Un dia, mientras platicaba con mi abuelo un poco, me obsequio ésto- Deje el artefacto sobre la mesa para que ella lo pueda ver. Mi abuelo adoraba todo lo relacionado a los muggles e intentaba que yo tenga esa misma fascinación. Obviamente yo solo lo escuchaba por respeto porque en si nunca me importo algo relacionado con aquellos inútiles. -Seguramente sabes lo que es- Comente y al presionar un botón música empezó a sonar. Cuando era mas chico había roto un par de esos en busca de los muggles que pensé que había allí dentro, pero no había nada mas que cables y ese tipo de cosas.
-¿Me hace el honor de bailar conmigo, señorita?- Le pregunte haciendo una pequeña reverencia y extendí mi mano para invitarla a bailar.

Estar con Al se podía decir que era de las cosas que Lizz más disfrutaba después del chocolate y de los libros, era algo tan especial y siempre era distinto, él sabía como entretenerla y hacer cada momento especial, estando con él ella podía alejar su mente de todo lo que pasaba y simplemente divertirse. Justo ahora se había olvidado de los deberes que debía que tenía que escribir a sus abuelos y que tenía que mandarle unas cosas a su hermano, pero es que todo eso era tan insignificante estando con él.

La tejona se puso tan roja como un tomate al escuchar lo que Albus decía y para poder contestar tuvo que aclararse la garganta para que las palabras salieran de su boca-¿ como es que una casa me puede hacer ver más... sexy ?- dijo la palabra con algo de vergüenza - teniendo el uniforme que tenga mi cuerpo seguiría siendo exactamente igual, y dudo que mi personalidad cambie, no suelo ser de esas personas que hace las cosas solo porque todos los demás las hacen - sonrió de lado - es como decir que tu serías mejor persona -sonrió - que no creo que se pueda, sí estuvieras en Gryffindor ¿lo ves? esto no creo cambiar de alguna forma solo por ir a una casa diferente - el color de sus mejillas seguía encendido como rubí así que intentó cubrirse la cara con él libro que le había dado Albus.
Su respuesta había dejado mucho que desear "léelo y sabrás" bueno al parecer era de esos libros que con te contaran una sola cosa te decían de lo que trataba, guardo el libro en su bolso que había dejado a un lado de ella en una mesa.

Luego de un rato vio como el chico iba a una clase de armario y de el sacaba un artefacto muggle, algo que ya no se veía mucho en estos tiempo aunque como ella había vivido con sus abuelos ellos tenían una en su casa y solía escuchar musica con eso, sonrió - es una grabadora - sonrió aún más - yo solía usarla todo el tiempo con mis abuelos-.

La chica se sonrojo al ver la mano de Albus extendida - por supuesto - sonrió mientras tomaba la mano del chico, la verdad era que no sabía bailar muy bien pero iba a ser divertido de todas formas, la música era lenta, así que según había visto en unas cuantas películas puso una mano en el hombro de Al y la otra seguía sosteniendo su mano, bailaba según el ritmo de la música y se reía de vez en cuando porque le parecía raro aunque al mismo tiempo se le hacía algo tan normal como comer - eres un gran bailarin Al - dijo cerca del oido del chico.

Una amplia sonrisa se dibujo en mi rostro cuando ella acepto bailar. Lizz era la única que lograba aquello en mi y, tal vez, eso me espantaba un poco, ¿Espantarme? Bueno, no tenia en claro si eso era lo que me ocasionaba.
La música que sonaba de aquella cosa era lenta por lo que mis movimientos intentaban ir a ese ritmo. Era el peor bailarín de la familia, pero tampoco era pésimo solo un poco mas tímido en la pista.
Sujete con firmeza la cintura de Lizz y mantuve tomando su mano para guiarla al ritmo que invadía la sala. A simple vista la escena podía a llegar a ser patética, pero yo me sentía el joven mas afortunado.
-Y tu una gran mentirosa- Le respondí sonriendo. Por primera vez pude sentir como un pequeño ardor recorría mis mejillas, ¿Por un simple cumplido? Había recibido mas, de eso no tenia dudas, pero ninguno me importo como el de ella.
Como un relámpago vino a mi mente el próximo baile del colegio. No sabia cuales eran los planes de ella, pero sinceramente me moría de ganas de ir con ella. Siempre obtenía lo que quería, pero me estaba preparando para el primer rechazo, tal vez, al ser el primero y proveniente de ella sea un golpe bajo, pero si uno no arriesga nunca gana.
-Bonita..- Mencione con el fin de obtener su atención. -¿ Irías al baile conmigo?- Le pregunte admirando sus lindos ojos.
Sabia que tenia competencia, y una muy buena a decir verdad, pero yo no era de esos que se resignaban por poco, ¡O no! Estaba dispuesto a dar mucho por ella. Al fin y al cabo, al menos, podre decir: "Luche por lo que realmente quise". Los resultados ya no iban a importar tanto, bueno, tal vez si.
Le hice dar un giro sobre el lugar y la sujete con mas firmeza para que nuestras narices quedaran pegadas. Sonreí al observar aquellos ojos que me volvían loco y le guiñe un ojo.
No entendía por qué o cómo, pero Lizz se había apoderado de mi corazón con simples palabras o acciones.
-Eres mi todo- No había estado en mis planes confesarcelo, pero mi subconsciente me jugo una mala jugada y me delato así de fácil. Sonríe con un pequeño nerviosismo, pero una sonrisa basto para ocultarlo.

La chica intentaba seguir los pasos de Albus; esto de estar bailando simplemente porque sí le recordaba a su infancia...y mucho, solía bailar con su papá cuando su mamá aún vivía, él solia levantarla del suelo y bailar con ella abrazándola sobre su regazo, era algo que a ella le gustaba bastante, se sentía realmente feliz y cuando su hermano cumplió los dos años de nacido ella y él bailaban de una manera algo ridícula mientras sus padres bailaban, aunque por supuesto que eso no duró mucho, después de la perdida de su madre su papá nunca volvió a ser el mismo y ella abandonó a los únicos dos hombres de su vida (hasta ese momento) para irse con sus abuelos a un lugar donde las cosas estuvieran más tranquilas y con menos gritos de parte de su padre asía ella por el parecido que ella tenía a su mamá.

Al escuchar su comentario la chica se rió y lo miro a los ojos solo para encontrarse un poco más abajo de ellos unas mejillas encendidas,, nunca lo había visto de esa manera, se le había algo realmente tierno, algo que podría ver siempre, lo único malo fue que al notar que las mejillas del chico se habían encendido por su culpa las suyas lo imitaron poniéndose rojas como el rubí; escondió la cara en el hombro del chico mientras sonreía - no soy mentirosa - le reprochó con una pequeña risa al final - lo digo en cerio - miró asía arriba para encontrarse con su mirada y le dedico un guiño seguida de una sonrisa. Se pegó más a su compañero de baile, él realmente podía hacerla sentir como en casa y protegida, sentía que estando con él nunca nada le iba a pasar siempre y cuando estuviera con él.

Cuando menciono el baile la hufflepuff se quedo un momento en silencio, no se le había pasado en ningún momento por la cabeza ir a ese baile, no le encontraba el chiste, se le hacía algo sin mucha lógica pero de seguro que el ir con Albus lo haría especial... si de seguro sería magnifico - por supuesto que sí - dijo con una sonrisa en su rostro y los ojos brillantes de emoción - sería un honor ir contigo al baile - a ella le fascinaba como todo en su mente se desvanecía cuando estaba con él, absolutamente todo no podía pensar en los deberes ni en cosas que tenía que hacer ni en Fred aunque por parte eso era malo ya que eso solo podía significar que estaba sintiendo algo realmente fuerte por Albus al igual que por Weasley, realmente e estaba metiendo en un lío pero ahora no le importaba porque estaba con la única serpiente a la que nunca le tendría miedo y de la que nunca se podría alejar.

Lizz escuchó lo que dijo y por una milésima de segundo se quedo paralizada, no sabía que debía contestar si solo sonreír o decirle lo mismo, pero no eso último no podía hacerlo porque no estaba muy segura de lo que sentía aún... así que mejor, simplemente lo miro a los ojos con un brillo que no siempre aparecía en su mirada, un brillo especial que esperaba que hablara por ella, ya que las palabras simplemente no salían de su garganta, lo único que logro salir fue un simple "te adoro" pero eso fue todo. Se quedó por mucho tiempo viéndolo a los ojos dejando que la música sonara en el fondo del salón y si fuera por ella podría quedarse de esa forma horas y horas...

Saber que estaba dispuesta a acompañarme al baile me provoco una inmensa sonrisa y ante sus palabras, pequeños susurros, me di cuenta que estaba entrando en un juego peligroso, aquel juego llamado "amor" al que le había huido toda mi vida.
Mis sentimientos hacia ella estaban y no pretendían querer irse. Sabia que en el triangulo amoroso yo era el que estaba de mas y por mas que ella lo niegue el final ya estaba por sobre escrito.
Toda mi vida había podido mantener una imagen ideal para los demás, ¿Por que ésta vez iba a ser una excepción? Demostrar que todo andaba bien era algo que me salia con mucha facilidad asi que sin mas... sonreía.
Mi mano se dirigió hacia su mejilla y la acaricie con suavidad. Realmente hubiera querido que todo se haya dado de una manera diferente, pero no. No podía culparla, como muchos lo hacían, después de todo yo era el responsable de mis actos y quien se metió en el medio había sido yo así que no tenia derecho de culpar a alguien mas.
Su mirada podía con todo mi pensar. Me dejaba sin aliento y sin saber que hacer o decir, pero no podía seguir con todo esto...
-Bonita..- Sin seguir siguiendo lo que quería me separe de ella. Todo dentro de mi me obligaba a permanecer a su lado y me ordena a decirle la verdad, pero ¿De qué iba a servir?.
-...necesito de tu ayuda- Continué con una falsa sonrisa para corroborar con mis palabras. Me senté en la silla mas próxima.
-¿Conoces a Duhalt... Duhalt Valentine?- Le pregunte con una pequeña sonrisa traviesa. -Creo que me ah enamorado- Actué de manera exagerada para que sepa que estaba solo bromeando.
-Bueno, en si solo quisiera saber si esta interesada en mi- Agregue mas en serio. Jamas hablaba de mis próximas conquistas con ella, pero no encontraba otra manera para hacerle saber que en este trió amoroso, en que ambos estábamos metido, yo me iba a salir.

Aparecieron sombras en su cara, pocas lagrimas se juntaron en sus ojos y se detuvo en seco por un pequeñisimo instante cuando escuchó lo que dijo Albus sobre Valentine, no es que ella no estuviera feliz por él, simplemente los celos se apoderaron completamente de ella ¿pero por que? ella no tenía ningún poder sobre él, y en realidad aunque fueran algo de todas formas no lo tendría pero aún asi...

Después de durar 2 minutos sin decir nada simplemente acintio con la cabeza para hacerle saber que sí la conocía, tal vez no a la perfección pero ya había cruzado una que otra palabra con ella, sabía que al igual que ella era francesa pero y ya. Le sonrió y lo miro a los ojos, cosa que en realidad no debió de haber echo ya que sus ojos eran como puertas abiertas, se podía ver atravez de ellos absolutamente todo lo que pensaba y sentía - bueno... - respiro profundo para poder seguir - pues es buena chica y muy linda... tiene sentido que te haya enamorado, pero en realidad no se si ella te quiera, nunca e hablado con ella al respecto - miro hacía otro lado - ¿ por que no...? - respiro de nuevo - ¿por que no la llevas al baile...? - una de las lagrimas de sus ojos amenazaba con salir de ellos pero la contuvo - así tal vez puedas saber - se paro de puntitas - si... - se acerco a él, era algo que estaba haciendo su inconsciente, de alguna manera no quería que alguien le tuviese, aunque sabía que era lo mejor para él, pero era demasiado egoísta como para dejar que estuviera lejos de ella ¿por que no podía ser todo más fácil ? ¿por que no podía estar con los dos? - si tú... - sus rostros estaban casi tocándose solo los separaban unos centímetros pero ella ya no se movió, volvió en si y se dio cuenta de que eso estaba mal, pero por otra parte realmente quería hacerlo... quería besarle pero no lo iba a hacer, después de todo a Albus le gustaba Valentine, así que simplemente se quedo a muy poco de rosar sus labios con los de él.

Fue suficiente con solo mirar las pocas reacciones que transmitía para saber que mi comentario no le había agradado ni un poco. En si a mi tampoco me había gustado mentirle de eso modo, pero qué mas podía hacer para que ella se aleje de mi.
Los pasos de la Hufflepuff la trajeron hacia mi lado. No estaba equivocado cuando decía que podía sentir su respiración sobre mis labios, algo realmente atrayente.
Mantuve la mirada firme y ambos sabíamos claramente lo que queríamos o deseábamos. ¿Desde cuando no seguía lo que quería? Con ella todo era distinto, yo era distinto.
Amague a tomar su cintura, pero mi mano se dirigió a su mejilla. La acaricie con suavidad y la tome para terminar con aquellos escasos centímetros que nos separaban.
Avance unos pasos, rodeando su cintura con mis brazos y sin despegar mis labios de los suyos.
La apoye, con suavidad, contra la fría pared del lugar y profundice el beso. Realmente me estaba dejando llevar por lo que sentía y besarla, estar a su lado, era lo que mas había deseado durante vario tiempo.
Me separe de sus labios, solo para mirar sus ojos, y mordí mi labio inferior, saboreando aun su hermoso sabor.
Tome su mano y la deje sobre mi pecho. -Me estoy volviendo loco...- Susurre. Tenia la sensación de que mi corazón quería salir de mi pecho, ya que los latidos eran acelerados.
Me acerque a sus labios, solo rosando. -Estoy sufriendo por ti- Susurre aun mas despacio que lo anterior. Oculte mi rostro en su cuello y la abrase con mas firmeza.
No quería que pensara que era débil o que era un tonto, pero todo se me estaba yendo de las manos, ella se me estaba yendo.. y eso me mataba.

La chica no se impresionó al ver que Al había terminado con esos pocos centimetros que quedaban entre ellos.La besó y su beso la lleno por completo, este había sido un beso tan diferente a el de Fred, era más intenso, pero no por eso menos dulce. Una vez más la chica no sabía muy bien lo que estaba haciendo, después de todo este apenas había sido su segundo beso y el primero no se parecía en nada a este. Sintió la pared fria en su espalda y los braazos de Al firmes en su cintura, ella pasó sus manos por el cuello de él disfrutando de el beso.
El beso ya la estaba dejando sin aire, se le había olvidado por completo como se respiraba, en lo único que podía pensar era en que estaba con Al y nada más importaba, solo que estaban juntos y que ella quería que así estuvieran mucho tiempo.
Cuando Albus se separó le miro a los ojos con las mejillas encendidas, no se sentía culpable por besarle, aunque sabía que estaba mal porque eso solamente iba a hacer que ambos se enamoraran más uno del otro y eso solo iba a traer más problemas en el triangulo amoroso en el que se encontraban.
Cuando lo escuchó se quedo helada una vez más - Al, de verdad lo siento tanto...- dijo con un nudo en la garganta, ella realmente lo quería y lo quería muchísimo, solo que todas estas cosas se estaban poniendo muy complicadas, era mucho más de lo que ella podía soportar, el que se viera obligada a elegir entre los dos le costaba mucho trabajo, a los dos los quería por igual y los dos eran muy diferentes y siempre que estaba con uno el otro desaparecía de su mente, nunca había tenido un dilema tan grande - Severus, te quiero y te quiero muchisimo y tambien lamento muchisimo que tengas que estar pasando por esto por mi culpa, yo nunca quise lastimarte ni quiero hacerlo, quiero estar contigo pero... - pero no podía lastimar tampoco a Fred.
Lo abrazo con fuerza, como queriendo nunca irse de su lado, porque no lo quería...Lo miro a los ojos y le regaló otro beso. Una de las lagrimas que se había asomado por sus ojos resbalo por su mejilla mientras le besaba, de verdad le dolia muchisimo que Al estuviera sufriendo por ella.

Me sentí realmente un idiota cuando la oí. No quería que ella se sienta culpable, mal o sienta lastima por mi. Desee con todas mis fuerzas regresar al pasado y borrar lo que le había dicho... pero ya no había vuelta atrás.
La oí sin atreverme a apartar mi mirada de sus ojos y cuando se pauso supe que seguía algo en relación con Fred. Sentí cierto recelo, cosa que hasta el momento jamas había pasado, pero no podía hacer o decir nada, ya que yo era el que sobraba.
Quede sorprendido cuando me beso. Tal vez solo era un sueño, pero... ¡Basta de boberias! Continué el beso con una felicidad inigualable. No me importaba lo que todo esto me podía causar, ya que después de todo estos eran los momentos que valían la pena..
La aprisione un poco mas contra la pared apegando nuestros cuerpos aun mas. Me sentía perdido en un mundo en donde solo existíamos nosotros dos, el mejor mundo.
-¿Prometes no olvidarte nunca de mi?- Le pregunte mirando sus ojos.
No iba a dejar que ella quede estancada en un pozo sin salida. Sabia que si yo seguía presente en su vida ella no iba a poder estar bien y realmente yo quería verla feliz, con o sin mi.
Clave mi mirada en sus ojos. Me dolía solo pensar la decisión que iba a tomar, pero era por ella. -Te amo, Lizz- Acaricie su mejilla y limpie algunas lagrimas que habían rodado por su mejilla. -Pero quiero que seas feliz y a mi lado no lo seras... - Trague saliva. Un nudo atravesó mi garganta y me impidió continuar.
Oculte mi rostro en su cuello para evitar que viera mis ojos cristalizados y, tal vez, la lagrima que trataba escapar para deslizarse por mi mejilla. Era un idiota, de eso no tenia dudas.

Aunque la tejona estuviera al borde del llanto podía sentir la felicidad que irradiaba de alguna forma a Albus, eso la hacia sentir mejor, el saber que era feliz con ella a su lado, pero al mismo tiempo la hacía sentir peor el saber que así era, sería más fácil si la odiara, pero no era así, ambos se querían y se querían mucho, nadie podía negar eso.
El beso la llenó completamente, era algo que llevaba esperando desde hace tiempo ya, el besar a Albus, el que se conectaran, sentirse tan cerca de él era algo a lo que con solo un beso ya se había acostumbrado y no permitiría de ninguna manera que eso cambiara...

Su pregunta la dejo anonadada ¿que estaba diciendo? no tenía sentido su pregunta, porque ella habría de olvidarlo de alguna manera, eso sería completamente imposible, primero iban en la misma escuela y tenían varias clases juntos, no puede olvidarse de alguien a quien ve a diario y mucho menos puede olvidarse de alguien a quien quiere tanto... L o que dijo después fue como una bofetada bien dada en la cara ¿ qué estaba diciendo? Lo miro fijamente a los ojos, asustada y triste y algo feliz por lo que acababa de pasar - Albus Severus Potter Weasley ¿que demonios estas diciendo? - dijo todo esto de forma lenta como apenas podiendo hacer que las palabras encontraran paso sobre el nudo de su garganta - ¿acaso estas loco? yo no voy a dejar nunca - enfatizo la palabra "nunca" - voy a dejar que te marches de mi lado, jamás, ni aunque...- ahora no podía pensar en algún ejemplo, estaba realmente confundida - ni aunque nada - negó con la cabeza realmente no sabía lo que estaba pasando. Posó sus dos manos sobre la cara del chico haciendo que la viera a los ojos - prometeme que no me vas a dejar nunca Al, a no ser que quieras matarme, porque no se que haría sin ti, si te vas te llevas un pedasito de mi contigo, tú me completas y lamento mucho no poder estar con las dos partes de mi que me completan al mismo tiempo, de verdad no sabes como me gustaría estar con uno sin tener que lastimar al otro y tener que lastimarme a mi, yo los quiero mucho y no soportaría que se alejaran - lo abrazó con fuerza porque no quería que se fuera - no me dejes Al... - susurro - y si en algún momento llego a estar con uno de manera "oficial" por decirlo de alguna forma, eso no quiere decir que le quiera menos al otro, yo los adoro a los dos - dijo aún en un susurro.

No muchos me llamaban por todo mi nombre completo y que ella lo aya hecho me daba un poco de gracia, pero sinceramente en este momento no podía reír.
Cuando tomo mi rostro, obligándome a mirarla, preste atención a cada palabra que mencionaba, como lo hacia siempre.
Si fuera por mi jamas me iría de su lado, pero dudaba en poder seguir aguantando aquello sin explotar o al menos sin agredir de una u otra manera a Fred. Él era mi primo, en si poco me valía, pero sabia que si llegaba a reaccionar mal a la que iba a lastimar iba a ser a Lizz y realmente no quería hacer eso.
Me aferre mas a ella cuando me abrazo. Hubiera querido dejar todo como estaba o regresar al tiempo atrás, pero no podía ni hacer una ni la otra...
La aparte de mi lado sin contener las lagrimas. -Lizz.. - Musite y con la manga de la túnica limpie las lagrimas. No recordaba la ultima vez que había llorado, pero estaba seguro que no se asemejaba al dolor que ahora estaba sintiendo.
-No podría tolerar verte con Fred- Le hice saber. No pretendía reprocharle nada, ya que ella no era culpable, pero todos apostaban a que Fred y Lizz iban a terminar juntos y por parte yo también lo sabia.
Le di la espalda para caminar hacia el escritorio que se encontraba en el centro de la sala. Me senté sobre la mesa y clave mi mirada sobre ella. La amaba, pero estaba en una batalla en donde yo no tenia las de ganar. Desvié mi mirada hacia el suelo, ya que mas lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas. Ya no me importaba ocultarlas...

Al verlo llorar ella no pudo contenerse y todas las lagrimas que se habían acumulado en sus ojos empezaron a resbalar por sus mejillas, cada una de ellas estaba llena de un dolor inigualable, era como si las lagrimas que lloro por la muerte de su madre volvieran a salir, no soportaba verle de esa forma, mucho menos sabiendo que ella era la culpable de todo esto, no se lo podría perdonar nunca, el estar lastimando a Albus de esta manera... el hacer que se alejara de ella... era demasiado, mucho más de lo que se imaginaba.
Sus palabras la dejaron en cero, no sabía que contestarle, no le iba a mentir y decirle que dejaría de estar con Fred aunque de alguna forma le gustaría para no perder a Al, pero eso no iba a pasar, al igual que ella no iba a dejar que el Sly se alejara de ella.
Las palabras que iba a decir a continuación sabía que lo más probable es que lo lastimaran pero tenía que decirlas para hacerle entrar en razón - aunque no estés a mi lado me vas a seguir viendo con él, en los pasillos y en las clases... ¿no sería lo mismo? me verías a mi dirigiéndote miradas de suplica cada que nos topemos en los pasillos para que vuelvas... - caminó hacia donde el se había ido y se puso frente a él lo abrazo y lloró con él.

Apreté mi mandíbula ante sus palabras. Sabia que era verdad lo que decía, pero si desidia terminar con esto lo iba a ser como se debía.
La mire cuando se acerco y me limite a responder su abrazo. No quería dañarla, pero no había otra forma para lograr que ella se alejara de mi.
-Pediré mi traslado a otro colegio- Me encogí de hombros. Sabia que mis padres se iban a negar ante aquel pedido, pero el consentido de mami siempre obtenía lo que quería.
No quería mirarla a los ojos, no podría contra aquella imagen, pero un impulso me dirigió mi mirada hacia sus ojos y sentí como todo dentro de mi se derrumbaba. Quería abrazarla, consolarla y hacerle saber que me partía el alma verla de esa forma.
Sin mas tome su mejilla para mirarla fijo. -Me gustaría odiarte- Le comente e acaricie su mejilla. -Me encantaría que solo te trataras de una mas, pero no.. no eres como las demás y por eso me siento tan idiota- Agregue y limpie las lagrimas que se acumularon en mis ojos. -¿Por que? ¿Por que me siento tan mal?- Pregunte en busca de la respuesta, pero nadie la sabia.
-Pensé que nunca me enamoraría, pero mírame- Extendí los brazos para que me observara. No quería seguir, quería irme lejos de todo, pero yo no tenia por qué sufrir. Solo tenia que asimilar que ella no era para mi y listo.
Limpie las lagrimas y sonreí. No podía hacer otra cosa mas que fingir que todo estaba bien.
-Ve con Fred y se feliz- Le dije intentando mantener la sonrisa. Acaricie su mejilla y baje mi mano para dejarla a un lado de mi cuerpo. -Yo.. yo solo desapareceré- Agregue dejando salir un suspiro. Si ella no me veía mas no iba a ponerse mal, de igual forma si lo hacia iba a tener quien la consolé.

Estaba loco, si de seguro alguien lo había hechizado o algo parecido, no podía ser posible que estuviera diciendo estas tonterías, realmente no era posible. La hufflepuff sentía que le asían falta lagrimas que llorar, ya no soportaba esto.
- no Al, porfavor no me hagas esto..- la chica literalmente estaba suplicando, no sabía que más podía hacer para que se quedase con ella - no quiero que te vayas - le costaba hablar por causa del llanto, apenas y podía respirar también.
Se aferró a él con fuerza no quería dejarlo ir pero pensandolo bien era lo correcto, que él se alejara de ella iba a ser lo mejor para él, así tal vez podría seguir con su vida y aunque a ella le doliera hasta el alma tenía que dejarlo ir, no era justo que ella disfrutara (o algo así) de la vida con Fred mientras él tenía que soportar verla todos los días - a mi también me gustaría ser solo una más, pero creo que es demasiado tarde para eso - respiro profundo intentando detener las lagrimas que seguían brotando de sus ojos - yo tampoco quería enamorarme, pero creo que eso no es algo que nosotros podamos controlar... - ella sostuvo la mano que él había puesto sobre su mejilla - creo que lo mejor para ti es que me aleje de ti, así que lo voy a hacer - esas palabras se sentian como cuchillos en su garganta - me duele muchisimo alejarme de ti, no sabes cuanto... - cerro los ojos porque no soportaba esto e intentaba que todo desapareciera - pero quiero que me hagas tres favores - lo miro a los ojos - que no te vayas de la escuela, yo voy a intentar no toparnos y si lo hacemos no voy a estar con nadie más - seco una de las lagrimas del chico - esta es probablemente el favor más importante así que pon atención... quiero que nunca, nunca olvides que te quiero más de lo que jamas e querido a nadie y nunca, por más que este con otras personas, nunca va a cambiar eso, tu ya te volviste parte de mi y siempre vas a tener una parte grande de mi corazón - posó ambas manos sobre la cara de la serpiente - y por último... besame por ultima vez... - le suplico. Si se iban a alejar por lo menos quería darle algo con lo que la fuera a recordar, algo con lo que a él no se le olvidara lo muchisimo que lo amaba y que jamás iba a dejar de ser así...

Si hubiera optado por irme, como lo había pensado, pude haber evitado tener que oír todo lo que ella me dijo, ¿Que pensaba? Que todo se podía tomar tan fácil como lo decía.. ¡Me estaba matando!
Mi mirada se mostró fija en ella y mi rostro se mostró inexpresivo, pero aun así fue inevitable contener que una u otra lagrima resbale por mi mejilla..
Trague saliva y yo la tome de las mejilla, tal vez, sin esa suavidad o cuidado que siempre había tenido con ella.
-Tu mas que nadie sabes que hubiera dado todo por ti, pero muy poco te importo- Mi enojo, o tal vez decepción, se apoderaban de mi.. quería acabar con todo a mi alrededor y no podía no odiarla a ella o a Fred. Me sentía un idiota.
Sentía un dolor fuerte en mi pecho y sabia que ella era la causante de eso, pero no.. no podía enojarme con ella.. Apoye mi frente sobre la suya y clave mi mirada sobre sus ojos. Por mas que tendría no podía verla así.. Limpie sus lagrimas y junte mis labios con los suyos. Era un beso amargo, pero que intentaba transmitir todo el amor que verdaderamente le tenia.
Tarde o temprano iba a olvidarme de ella, después de todo yo no era de los que buscaban y luego de ésto no iba a tener ganas de volver a verla. De igual forma estaba seguro que solo era cuestión de días para acostumbrarme a verla con quien quiera que este.
Me separe de ella y la mire tan serio como minuto antes. Le di una ultima mira y la aparte para poder salir del aula.

Su comentario hizo que explotara, su tristeza aumento muchisimo y más lagrimas escurrieran por sus ojos, la forma en lo que lo había dicho, tan frio... eso fue lo que hizo que la lastimaran tanto. Su tristeza no tardo en pasar a enojo, algo que ella no solía sentir muy seguido, no con tanta intensidad como en este momento, lo miro a los ojos durante un momento con su mano punzando ya que quería abofetearlo pero se contuvo, no quería lastimarlo más, sabía que el que él la estuviera tratando de esa forma era solo su culpa.
- no sabes cuanto me lastima que pienses así Albus... - las lagrimas seguían brotando de sus ojos - no me importas poco, me importas muchísimo, tanto que soy capas de dejar mis sentimientos alado solo para que tú puedas seguir con tu vida y ser feliz... que lastima me da el que creas que no significas nada para mi... - su mirada irradiaba tristeza y algo de enojo - pero si quieres creer que no es así bueno, entonces adelante, cree lo que quieras, lo único que quiero que tengas en mente es eso que yo ya te dije, nunca jamás voy a dejar de quererte.
En el momento en el que puso sus labios sobre los de ella, Lizz pasó sus brazos por su cuello y se aferro a él, no quería que este ultimo beso terminara, no le importara que de alguna manera este fuera algo tosco, simplemente no quería separarse por completo de él y sabía que este beso significaba el final de todo. Se junto aún más a él e intensifico un poco el beso solo por unos instantes antes de que él se separara de ella y le diera la espalda para marcharse.
Jezz solo se quedo en el aula viéndolo impidiendo que el impulso de ir tras él se apoderara de ella, sabía que tenía que dejarlo marchar y al parecer ahora que la odiaba todo iba a ser más facil para él, pero solo para Severus, ella no iba a poder dormir durante varias noches seguramente, de hecho justo ahora tenía planeado esperar a que él se fuera solo para subir corriendo a su habitación y encerrarse ahí durante mucho mucho tiempo, podía ver como todo se estaba repitiendo, iba a ser justo igual que como en la muerte de su madre, no iba a hablar con nadie y apenas iba a comer de seguro sus calificaciones se irían al suelo pero era algo que tenía que pasar...