El conocimiento siempre trae cosas interesantes (Declan Blackstone)

La oscuridad de la noche envolvía los pasillos del 4to piso, la soledad que reinaba era abrumadora, lyss aun sabiendo eso había decidido declinar la oferta de su hermana para ir a la sala común y en su lugar considero oportuno visitar la biblioteca, sin bien sabía que no podría estar mucho tiempo, no le importo, pues solo necesitaba unos cortos minutos para buscar el libro que deseaba, miro a su alrededor observando las sombras ligeramente difuminadas de las estatuas del lugar, todas con su toque mágico conferían una atmosfera que para quienes le tienen miedo a la oscuridad seria terrorífico, sus pasos cortos y ligeros resonaban por todo el pasillo, sabía que iba sola o al menos eso pensaba pues quien quisiera ocultarse podría hacerlo fácilmente, negó con la cabeza antes sus ideas, usualmente este tipo de lugares hacían que lyss imaginara miles de situaciones perfectas para una película de terror, pero no por miedo sino más bien como una directora en la búsqueda del momento perfecto.

Podía escuchar los pequeños murmullos de los cuadros que aun no estaban durmiendo, quizás criticando la presencia de una chica en esos lugares cuando según el toque de queda tendría que estar dentro de poco en su habitación, hizo un ademan con la mano restándole importancia al asunto y se adentro rápidamente a su objetivo final, sonrió al ver las puertas de la biblioteca abiertas, después de todo no quería empezar el año escolar con alguna fechoría mínima –además que lyssa me hizo prometer no entrar a la fuerza si estaba cerrada- mascullo para ella misma recordando las palabras de su hermana, entro con paso tranquilo y observo que en su mayoría las mesas estaban vacías al igual que los lugares que usualmente están llenos de personas, miro a la bibliotecaria quien tenía las cejas levantadas –espero que no le importe que busque un libro, es para una tarea importante- dijo con un tono de voz moderado, y ponía su mejor rostro de inocencia, ciertamente no era totalmente cierto lo de la tarea, pero si su importancia, hacía tiempo que había estado buscando un libro sobre magia oscura oriental y según sus fuentes estaba en la sección prohibida, el suspiro y descontento de la encargada no la desanimo –es solo cuestión de minutos lo prometo- la mujer solamente hizo un ademan con la mano para que continuara, supuso que no era la primera vez que lo hacían y estaba segura que el hecho de estar en Ravenclaw era como una regla implícita de estar hasta altas horas de la noche (sin salirse del toque por supuesto) en la biblioteca –muchas gracias- dijo educadamente mientras espero que la bibliotecaria se retirara para terminar de acomodar las cosas y se acercaba a la sección que estaba más cerca de la sección prohibida.

Mientras más se acercaba mas se emocionaba, esperaba encontrar aquello que anhelada, pues odiaba quedarse con la curiosidad, el problema erradicaba en como entrar a la sección prohibida, tenía que conseguir una manera práctica sin que se notara demasiado, se cruzo de brazos mientras miraba con fijeza la entrada a la sección prohibida, teniendo cuidado que la bibliotecaria no la estuviera viendo "que opciones tengo" pensó analizando a su alrededor, cuando de repente sintió la presencia de alguien más, miro hacia los lados buscando el responsable, habría jurado que estaba sola mas sin embargo por lo visto no era del todo cierto, espero pacientemente a que la persona en cuestión decidiera mostrarse o quizás solo pasaría de largo, no podría saberlo, lo único importante es que no descubriera la razón de su visita, después de todo no era común que una chica quisiera un libro de magia oscura oriental.

El tiempo en la biblioteca podría ser difícil de calcular, no porque no se pudiera, era simplemente el hecho de que cuando estaba en dicho lugar tenia la manía de perderse entre los libros cosa que le gustaba pues le permitía concentrarse en aquello que le llamaba la atención, usualmente era acompañada por su gemela, pero siempre había momentos en los que se inclinaba por ir sola como ahora, en donde sus pensamientos eran particularmente dado por un punto, sabía que si lograba encontrar lo que buscaba, podría aprender algunos hechizos interesantes, que le podrían servir en su momento, después de todo como podían darle una clase como “defensa contra las artes oscuras” si no le daban los fundamentos básicos y la ramas de la magia oscura, el conocimiento en defensa tiene que venir de la mano con el conocimiento de ataque o eso es lo que ella creía, de igual manera amaba aprender cosas nuevas y tomaba cualquier excusa para buscar e indagar.

El ruido se hacía más cercano así que cuando pudo relacionar el sonido de los pasos en la dirección correcta salió de sus cavilaciones para prestar atención a quien estaba al igual que ella a estas horas en la biblioteca y por lo que podía darse cuenta (lo cual era algo obvio) iba hacia donde ella se encontraba lo que le llamo poderosamente la atención, espero pacientemente mirando hacia el lugar ligeramente iluminado y para cuando el sujeto en cuestión hizo acto de presencia, lyss intento recordar donde lo había visto, ciertamente era evidente que pertenecía a su casa, pero como siempre ella solo prestaba atención a las personas que requerían de ello, lo que no le llamaba la curiosidad simplemente lo dejaba pasar e ignoraba completamente pero a favor del chico en cuestión si no mal recordaba una de sus compañeras lo había señalado hace un par de días diciendo que estaba en 7mo, el contexto de la conversación no venia al caso porque no era de su importancia, pero mas allá de eso, el cabello rubio y esa sonrisa de “yo consigo lo que quiero” no le hacía dar reconocimiento de conocerlo y era evidente que ni el mismo tenía idea de quién era ella pero de igual manera le devolvió la sonrisa como si estar en el lugar era algo sumamente común.

Lo vio posicionarse en el lugar donde ella quería entrar, lo que hizo que su interés por el joven antes inexistente cobrara vida, después de todo si tiene la clave para entrar era obvio que prestaría atención, mas su curiosidad iba en como logro la autorización para ello, se prometió mentalmente investigar la manera, sabía que la bibliotecaria tenia la clave, se reprendió internamente por haber tomado el impulso y no haber hecho la tarea como era debida, pero la vida siempre era interesante cuando uno tomaba decisión precipitadas, después de todo seria aburrido, para ella era la primera vez que decidía entrar a la sección prohibida, pues cuando de libros difíciles de conseguir se trataba, usualmente iba a lugares poco “solicitados” para conseguirlos, pero este en especial solo tenía 1 solo ejemplar y el mismo estaba acá, espero pacientemente haber que hacia el chico, sonrió de manera divertida al ver lo precavido que era, propio de todo raven e hizo valorar su actitud, lejos de molestarse, le agradaban los retos y pretendía hacerse de la “llave” de alguna u otra manera.

Cuando el joven entro y dejo la puerta abierta, fue obvio lo que pretendía, lo que en parte le resulto entretenido, alzando una ceja divertida, de verdad el chico la creía tan idiota como para jugar con ella?, el kit de la cuestión era o no dejarle creer que cayó en la trampa, odiaba que la subestimaran, pero también amaba jugar el mismo juego que los demás, resultaba estimulador, de igual manera poco podía perder, si el chico entraba era porque también buscaba algún libro que podría ser interesante, tanto como el que ella deseaba o quizás más, la oportunidad estaba ahí, valoro los pro y los contra y cuando sus pasos fueron para llegar dentro de la sección prohibida era obvio que aprovecharía la oportunidad, no tenía razón ni ánimos para hacerle pensar que no era una chica común que entraba por mera curiosidad.

No le sorprendió que la oscuridad fuera mucho mayor en este lado de lo que era de la zona común de la biblioteca, no le intimidaba por el contrario le resultaba relajante, miro un par de estanterías viendo libros al azar, todos interesante como oscuros, pero lleno de conocimientos que su mente deseaba conocer, se prometió a si misma que no sería la última vez, sabiendo que necesitaba algún encantamiento particular para evitar a los intrusos, hizo memoria de todos los posibles hechizos para intrusos que conocía, después de todo sus padres eran los primeros que lo hacían para evitar que su hermana o ella tomara algún libro “innecesario”, pero no podía darse el lujos de activar alguna alarma si se ponía a jugar, cuando observo que el chico en cuestión lo conocía y lo utilizaba, no le importo acercarse a él para averiguarlo, si la iba dejar entrar a la sección prohibida que hiciera el favor completo, pensó irónicamente divertida –disculpa, te parece hacer el favor completo?- le pregunto poniendo en palabras sus pensamientos –o quizás es un secreto el encantamiento al igual de la manera de entrar?- pregunto curiosa con una sonrisa adorablemente angelical, tener tacto no era una de sus mayores cualidad y la sutileza siempre se iba de vacaciones, además sabia que el chico en cuestión no era tonto, sabia de que hablaba y por supuesto sabia que en algun momento me acercaria, simplemente ella se salto ciertas partes y fue directo a lo que le interesaba.