La curiosidad mato al Ravenclaw {Libre}

¡Merlín bendiga el Viernes! Adiós a las aulas y a los profesores... ¡Y a historia de la magia! Oh, como te amo viernes, el principio de las pequeñas vacaciones en las que tenía completamente permitido vagabundear y prácticamente tirar los libros y pergaminos por la ventana... aunque una vez lo hice, pero como ya había mencionado: hay cosas que no están del todo permitidas. Y después de un rato de estar pensando en lo maravilloso que es el viernes y mi manera de amarlo, se acabó la última clase que no-tan-convenientemente era "transformaciones! con la maestra McGonagall, y ahora si a disfrutar. Me dirigí a la sala común de los Huffles y después de cepillar mi cabello frente al espejo -No, nunca he sido el tipo de chica que ama el brillo labial y esas cosas, pero no me gustaba verme mal y después de dormir durante toda una clase el cabello solía quedarme como la replica perfecta de un erizo...bueno, quizá exagero- salí de ahí directo hacía el mundo que parecía Hogwards en ese momento.

Caminé por el castillo un rato, solo buscando algo interesante, algo que enserio valiera la pena como para no ir a molestar raritos un rato, el jardín, la entrada, el primer piso, la sala común -de nuevo-, los salones abandonados, otro piso, otro piso y otro más ¡Qué acaso no había nada bueno? Pero si era Viernes ¡Caramba! no entendía cómo podían estar tan aburridos en un día como ese. No me detuve hasta que encontré a alguien, miraba una pared, una puerta más bien, como poseído pero parecía no atreverse a entrar, ¿Entonces que hacía ahí? Levanté una ceja y me acerqué a él.

-Es la sala de Menesteres, Genio- ¿Era que no la conocía o solo le gustaba contemplar puertas? Bueno, como fuera había encontrado algo que llamaba mi atención.

El chico habló en un resoplido, y ahí fue cuando lo vi mejor; Ravenclaw, rubio, ojos bonitos...era lindo, si, quizá no debía pensar en eso pero, lo había visto antes por los pasillos más de una vez, o quizá en el Gran Comedor, no, algo más...¡Si! Justo acababa de verlo hace no mucho, el estaba en mi clase aunque nunca hubiese hablado con el. Para los profesores, mi apellido parecía ser un tabú, como si me invocaran al decirlo y fuese a aparecer por eso solo lo decían cuando era necesario, al menos en mi caso, supongo que en Rosebud lo decían con bastante orgullo, lo que sea de cada quien ¿No?... Pero el, parecía que por cada vez que lo dijeran ganaban una cerveza de mantequilla o les fueran a dar un diploma "¡Jhonson!", si lo pensabas bien, en un Águila era difícil de ver aunque eso sonara tanto a estereotipo.

-Si, ¿En serio no sabías de ella? Es un lugar...mágico- Me reí de mi expresión y dí un bufido - Valga la redundancia.

De nuevo miró la puerta, me sorprendía, aunque bueno, "A veces las cosas llegan cuando las necesitas, no cuando las deseas" y ese era justo el caso de esta aula; y ese fue el momento en que me invadió la curiosidad ¿Qué es lo que habría dentro preparado especialmente para el rubio? No podía imaginarlo y quizá ni siquiera el lo sabía. Me preguntaba si me dejaría ir con el.

-¿Yo? Si, dos o tres veces en realidad, aunque me gusta bastante esta parte del castillo a veces no tengo tiempo y supongo que poco a poco fui olvidandola- Sonreí con nostalgia- ¿Sabes qué hace tan especial a este lugar? Nadie sabe lo que hay dentro con exactitud hasta que entra, porque detrás de esa puerta esta lo que necesitas, justo ahora, si hay alguna cosa que quieres hacer esta sala se adecuará para ello, podría ser un gimnasio o una pista de baile...o lo que sea. Yo recuerdo un piano y, en otra ocasión, una tienda de artículos de broma.

Me encogí de hombros, eran cosas diferentes para una sola persona, pero no era como todos creían esa chica problemática, también tenía mi lado lindo y todo eso, como cualquier persona normal... ese día había tocado "La Oda A La Alegría", el día de mi primer juego de quidditch.

- Y...¿No piensas entrar?- Sonreí como la niña pequeña que me sentía de nuevo, levantando una ceja y retando a mi acompañante, un chico que apenas conocía.

Off: Perdón por tardar >.<'

Estaba a punto de encogerme entre hombros y contestarle a la chica nuevamente,cuando esta se apresuro a reir,mostrando su mejor curva que era en los labios,la acompañe con un giño en mi mirada junto con la misma sonrisa que ella portaba.
De cierta manera,me sentia como un tonto al no saber datos de este extraño lugar,realmente creo que deberia comenzar a poner mas atencion en clase o ir ala biblioteca.. bah! En que estoy pensando.. eso no pasaria.
Cuando me explico lo de "la sala de los menesteres" alcé un poco las cejas..
en conclusion era un lugar solitario y estaria ahi lo que mis sueños anhelaran.. - Lo que sea ? - No pude evitar preguntar. Aquel lugar me estaba empezando a gustar... pero, porque no la había encontrado antes? Tantas veces que había necesitado un lugar para ocultarme de Filch, y recién ahora me enteraba de que lo tenía frente a mis narices.

Ahora otras preguntas me invadian,si.. entro con esa chica,que me esperara?
Me gire un poco para verla mejor,las ultimas veces que la habia visto solo habian sido de reojo,cruzandonos entre los pasillos y clases,brillante cabellera roja que caia en cascada por su espalda,dos ojos como luceros, sin mencionar el tono de piel tan claro que portaba..
pero.. lo que mas resalto fueron sus labios rosados,esperando ahi a alguien que los acogiera en calor..

Escuche su ultima pregunta,como correspondiendo a esta decidi atravesar la gran puerta,para llegar a mi destino..
- Y que se supone que es lo que deseo ahora? - Pregunté algo curioso y divertido cuando finalmente miré la sala. No entendía, habia algunos bancos apilados, varios sofás, una chimenea, algunas repisas con libros... parecía una sala común (diferente a la de Ravenclaw, pero finalmente, una sala común) pero con un toque diferente, no sabía cual era, pero lo podía sentir.

Era simpático, me daba un poco de lástima no haberlo conocido antes, era el tipo de chico con el que no me molestaría hablar de diversas cosas, así como Lorcan o mis primos...bueno, la mayoría de ellos.
El alzó las cejas y me miro, ante su pregunta yo volví a sonreir -Si, lo que sea. ¿Por qué habría de mentirte?- En serio era un lugar bastante extraño, eso sí, pero por eso me gustaba siempre para ayudarte, siempre de sorpresa, siempre escondido. Aunque bueno, debías hacer algo para que apareciera - Bueno, pero no aparece solo así, tienes que pasar tres veces frente a esta pared pensando en un lugar...en tu caso creo que estabas aburrido e inconscientemente lo pensaste mientras paseabas- Me encogí de hombros.

El no lo sabía, así que me pregunté qué era lo que con tanta insistencia pasaba por su mente para que la sala de Menesteres lo tomara como una verdadera necesidad o deseo...quizá si lo deseaba, con mucha fuerza en verdad, pero no lo notaba; y estaba comenzando a hacer entrometida, pero ¿Quién podría culparme? El destino me había puesto ahí, era mi momento de diversión, además de que lo que un chico así pudiera desear en serio me intrigaba. Preguntó retoricamente que sería lo que deseara, me encogí de hombros, no podía saberlo.

Abrió la puerta y yo lo seguí un poco dudosa, mientras palpaba cuidadosamente aquella superficie rugosa y bien acomodada que formaba el diseño de la puerta, y entonces lo vi. Era como una sala común, no muy parecida a la de los Huffles pero tenía ese aire de tranquilidad, ¿Sería la sala de las águilas? Una chimenea, sofás y bancos, libreros llenos y cosas como esas, era un lugar lindo y me traía uno que otro recuerdo en la casa de los abuelos Weasley.
-¿Es tu sala común?-Pregunté mirándolo mientras levantaba una ceja, sonreí -Bueno, si tantas ganas tenías de seguirla viendo, mejor te hubieses quedado en la torre-Bromé mientras soltaba una risita, en serio me parecia curioso el caso de este chico...¿Este chico? ¡Oh, pero que grosera! -Soy Molly Weasley, puedes llamarme Molly, o Molls, o como quieras- Dije extendiendo mi brazo y sonriendo.

No podia evitar mirarla,tez clara,ojos brillantes,hermosamente decorados con sus delineadas pestañas,una sonrisa centelleante de un intenso rosado haciendo equipo con los labios carnosos que hacian su conjunto.
Pero me limitaba a tan solo verla de reojo,solia ser un barbajan y risueño.. pero por algun motivo frente alas chicas era de lo mas formal y trataba de ser un poco educado,mas de lo normal.
Algo que se sumaba a la lista de mis defectos,era que le tomaba demasiada importancia a lo que la gente pensara de mi.

Me parecia asombroso aquello que estaba por descubrir,quien ubiese imaginado este maravilloso lugar,esperando a que alguien lo descubriera,lo podria hacer mi nuevo escondite de travesuras..solo el problema seria,si volveria a encontrar este lugar,o.. si recordaria donde estaba ubicado.
Al parecer no seria tan facil,yo solo pensaba,entrar y acomodarme comodamente,mientras que el tiempo transcurria,mientras que esta sala sacaba lo magico de Hogwarts.

Una vez adentro,escuche los pasos de la joven caminar por mis espaldas,que sorpresa.. pensaba que se quedaria haya fuera siguiendo su camino..
Negue con la cabeza cuando ella me pregunto hacerca de que si seria la comun de Ravenclaw. - Quizas tengas razon,pero.. si ubiese estado en mi comun.. dudo mucho que nos ubieramos encontrado- Sonrei picaramente de oreja a oreja. - Molly..- Resople entre mis labios como si tratara de acordarme de algo -Un hermoso nombre,para una hermosa mujer - Tome su delicada mano entre las mias,hacercandola lentamente hacia mis labios .. - Mi nombre es Niam Jhonson..