Descendiendo o eso se suponía # Valerie McFly

¡Perfecto! ¡Perfecto! Repetía Dominique una y otra vez mientras salía del aula de uno de los profesores, específicamente de su profesor de Transformaciones. Había estado alrededor de una hora sentada frente a su escritorio y, siendo sincera fue poco lo escucho cuando gran parte del tiempo se dedico a ver un punto muerto y dejar que sus pensamientos volaran más allá. Lo único que recordaba de todo lo que dijo fue - Aún siendo prefecta su comportamiento no fue el de los mejores. Eso deja mucho que decir de usted, señorita Weasley - dijo el profesor. Se pregunto si él esperaba alguna respuesta o algún indicio que mostrara arrepentimiento por parte de ella, sabía que debía interpretar un buen papel pero no estaba dispuesta a decir las palabras que quizás esperaba oír.

Cuanto odiaba que la sorprendieran justo cuando se encontraba en una discusión con una chica de Ravenclaw. No tenía la más mínima culpa que justo estuviera con la varita en alto. Como si la otra chica fuera una santa. Y tampoco pudo sacarse el castigo con la excusa de ser prefecta, y que debía castigar aquello. En variadas ocasiones había tenido altercados similares y, en mucho de esos casos lograba salir totalmente libre de cualquier culpa, es más buscaba la forma que el otro pareciera culpable ante los ojos de todos.

Llevaba caminando alrededor de media hora desde que salió de la oficina del profesor cuando un gran resoplido salió de su boca. Abrió por tercera vez el pergamino que le había dado el profesor para que se lo entregara a la jefa de su casa ¿Se suponía que decía llevar eso lo más rápido posible a las mazmorras, donde se encontraba en despacho de su hermana? Bah, no tenía ni la más mínima intención de llevarlo por el momento. Ahora, se supone que en estos momentos debía agradecer que su hermana fuera la responsable de la casa Slytherin. Esperaba que tener privilegios por prefecta no fuera lo único bueno del lugar, ahora sería mucho mejor tenerlos por ser la hermana menor de Victorie Weasley. Dobló el papel y esta vez optó por guardarlo en su bolso.

Paso por afuera de una las ventanas. Se quedo observando por ella un momento. Lo cierto que no tenía la mayor intención de llevar rápido el papel, sin duda se tomaría su tiempo. Sacó esta vez un elástico de color verde musgo y se hizo una coleta. Suspiro. Le estaba dando un poco de calor, se sacó la capa y la colgó en el bolso. Quince minutos pasaron antes de que un sonido la despertara de su ensoñación.