Odio este lugar...{Lorcan}

"¡No! A mi no me llevan a ningún lado. Estoy bien. ¿Sangre? Yo no veo sangre...Ahh ¿Eso? Pero si no es nada. Miren, hasta combina con mi cabello. ¡No! ¡Que yo no quiero ir! Demonios, que estoy bien, solo es un dolorcito..." Pero nada había funcionado, no importaba cuantas excusas diera, no me escuchaban realmente solo intentaban esquivar mis patadas para poder tomarme en brazos, si, yo me comportaba como una niña, si, era por mi bien, pero no, yo no soportaba ese lugar: La enfermería, con solo pensarlo me dan escalofríos, "Enfermería" ¿Lo ves? Ahí están de nuevo, cosquillas en mi espalda y temblores en mis piernas, que horrorosa palabra, que horrible lugar y que terribles los que trabajaba ahí, pero aún más miserable yo, que estaba siendo llevada en brazos para allá por más berrinches que diera. ¿Que por qué me llevaban ahí? Por una cosita de nada en el campo de quidditch. Estaba entrenando con mi equipo, en serio que no esforzábamos, en realidad queríamos ganar la temporada, no eramos un mal equipo, solo que a veces debíamos redirigir nuestras prioridades y concentración, y así nadie podría detenernos, eramos una bomba, una bomba colo amarillo y con el nombre de Huffles. Mi trabajo era de los que más tardaba en comenzar, puesto que la snitch era difícil de ver a veces y solíamos comenzar después que el resto del equipo, pero ser buscadora era genial, era algo indescriptible el ver aquella pequeña pelotita primero que el otro e ir tras ella, a máxima velocidad, con el viento en contra de mis mejillas y mi cabello flotando a mi alrededor, en serio que me encantaba. En el entrenamiento debía perseguir a la snitch hasta alcanzarla, pero sin el resto del equipo en el aire, solo me miraban, sin decirme donde estaba, pero si haciendo mucho ruido y llamándome por mi nombre para intentar distraerme, además que debía hacerlo en el menor tiempo posible, me gustaba el hecho de que confiaran en mi tanto, era algo de lo que me sentía orgullosa, algo que hasta mi padre podía reconocer. Pero entonces todo aquello se acabó en un segundo, miraba a la snitch solamente así que no me lo esperaba, un bludger me golpeó en un costado del cuerpo y perdí el equilibrio, todo pasó tan rápido... mis ojos que aún seguían a la snitch, mi cuerpo que era empujado hacía el suelo, mis manos aferrándose a la escoba y mi pensamiento en que seguramente para mañana tendría un gran golpe que presumir en mi torso. En el ultimo momento, logré sujetarme mejor de la escoba e intenté subir, pero no lo logré y caí al suelo, me dolía todo, sobre todo la cabeza y el tronco. Cuando mi equipo llegó hasta mí corriendo solo pude decir una cosa: -¿Quién fue el estúpido que soltó la bludger?- ¿Para qué mentir? Soy muy directa.

Me llevaban rebotando en brazos hasta le enfermería y era momento de que aún no me respondían mi pregunta, me alegraba que fueran unidos, pero esta vez en serio necesitaba saber quién había sido, fuera quién fuera no se equivocaba al tenerme miedo. Sentía algo húmedo en mi frente, la sangre, demonios ahora no tenía excusa, era bastante obvio que sangraba un poco, además de el hecho de que mis pocas ganas de ir a aquél lugar se combinaban con mi reciente imposibilidad de hacerlo. Y al fin llegamos, estaba comenzando a marearme entre tanto salto gracias a que mi "vehículo humano" corría bastante rápido, la enfermera hizo las preguntas usuales "¿Qué sucede?, ¿Qué fue lo que pasó?, ¿Algún otro síntoma?" Demonios, si me iban a llevar con ella al menos que me pusieran en un lugar donde descansar o me dieran algo para el mareo; mientras los demás contaban la historia -eludiendo al culpable, nuevamente- a mi me recostaron en en una cama con sábanas blancas y almohadas cómodas, pero lo incomodo era la gran cantidad de personas a mi alrededor parloteando sin parar, después de que la enfermera curó mi herida de la frente a mi me seguía doliendo todo, así que acordaron dejarme ahí otro buen rato. Cuando me hallé más cansada les pedía a todos amablemente que se largarán de mi presencia porque tenía sueño, así después de unos minutos me quedé dormida.
Soñé con todo y con nada, todo estaba lleno de color y era demasiado extraño, quizá el golpe afectaba también mi subconsciente... quizá era más grave de lo que pensaba. Abrí los ojos, no había pasado mucho tiempo seguramente, pero ahora estaba sola; me tapé los ojos con el brazo y me quedé así durante unos segundo, hasta que escuche pasos y a alguien entrar por la puerta, no sabía quien era, pero iba en mi dirección así que sin mirar aún y con un tono completa y exageradamente dramático solté -¿Sobreviviré?.